El primer ministro británico, Keir Starmer, reveló este jueves un "plan para el cambio" para alcanzar, entre otros objetivos, "mejores estándares de vida" para los trabajadores, energía limpia para 2030 y una mayor seguridad en el Reino Unido.
En un discurso pronunciado en las instalaciones de los estudios Pinewood, en el condado inglés de Buckinghamshire, el jefe del Ejecutivo laborista indicó que ese plan para el cambio comienza con el establecimiento de "bases sólidas, estabilidad económica y seguridad nacional y en las fronteras".
"El propósito de este Gobierno es que tanto los servicios como la economía funcionen para los trabajadores", dijo.
Al explicar qué objetivos pretende alcanzar su Ejecutivo, el político prometió, en primer lugar, lograr "estándares de vida más elevados" asegurando el "crecimiento sostenido más elevado" en el grupo del G7 y dijo que trabajará para que "los trabajadores tengan más dinero en sus bolsillos".
También abordó el tema de la vivienda y reiteró su promesa de construir 1,5 millones de unidades en el país.
Más policías en las calles
Starmer dijo además que habrá más agentes de Policía en las calles del Reino Unido a fin de "erradicar comportamientos antisociales porque nadie debería sentirse inseguro en las calles que consideran su casa".
En este sentido, el primer ministro habló específicamente de su objetivo de desplegar 13.000 policías adicionales para patrullar los vecindarios, así como agentes especiales y agentes de apoyo comunitarios.
Otro objetivo es, según dijo, cumplir con el compromiso laborista en educación para "dar a cada niño el mejor comienzo en la vida, y una oportunidad justa de prosperar", sin importar su procedencia.
"Energía limpia"
El primer ministro señaló asimismo que con su Gobierno habrá "energía limpia para 2030, para que el Reino Unido no tenga que depender de Rusia" y para que "nunca un tirano como (el presidente ruso, Vladímir) Putin ataque los estándares de vida de las personas trabajadoras".
Otro de los hitos que pretende alcanzar es recortar las listas de espera en el sistema público de sanidad (NHS) a 18 semanas, entre el tiempo que pasa desde que un paciente es derivado por su médico de cabecera a un especialista y el momento en que empieza un tratamiento.
Starmer dijo que para alcanzar esos objetivos se enfrenta a un "desafío poderoso" para el que su Gobierno empieza "desde cero".
También indicó que con ello quiere "hacer avanzar el país y no hacer que el Gobierno tenga una buena imagen".
En su discurso, Starmer también abordó brevemente la cuestión de la migración y aseguró que su Ejecutivo "reducirá la inmigración, legal y ilegal".