Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, ha fallecido a los 88 años dejando tras de sí un legado transcendental en la Iglesia Católica y el mundo entero. El Pontífice ha fallecido este lunes a las 7.35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, según ha anunciado en un vídeo mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell. El Papa Francisco se recuperaba en su residencia tras una neumonía bilateral que le obligaba a permanecer ingresado en el Hospital Gemelli de Roma durante 38 días. "Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino", señalaba Farrell..

El deceso se ha producido a consecuencia de un ictus o accidente cerebrovascular y colapso cardiocirculatorio irreversible, según confirma el parte de defunción del director del Departamento de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli.

"Accidente cerebrovascular, coma, colapso cardiovascular irreversible. Estas son las causas de la muerte del Papa Francisco, ocurrida esta mañana, a las 7:35 horas en su apartamento de Casa Santa Marta", señala el portal oficial del Vaticano 'Vatican News'.

Las últimas apariciones públicas del primer pontífice latinoamericano inspiraban aliento sobre los fieles que han acudido a las celebraciones de Semana Santa donde Francisco ha impartido la bendición 'urbi et orbi', entre otras oraciones.

"Hermanos y hermanas, buena Pascua", dijo el Papa a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro desde su silla de ruedas. Francisco se encontraba convaleciente recuperándose de la neumonía que le mantuvo en el hospital Gemelli de Roma durante más de un mes.

Muere el Papa Francisco a los 88 años

Muere el Papa Francisco a los 88 años EP/Foto: EP

El Pontífice había recibido el alta médica el 23 de marzo y desde entonces había aparecido en público en varias ocasiones. Precisamente este domingo también había recibido en un breve encuentro al vicepresidente estadounidense, JD Vance, en su residencia de Santa Marta, donde continuaba su recuperación.

Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, su vida estuvo marcada por una vocación de servicio, una firme defensa de los más necesitados y un profundo deseo de reforma en la Iglesia. Desde su elección como el primer papa latinoamericano en 2013, Francisco destacó por su estilo cercano, su llamado a las misericordia y su enfoque de la Iglesia como una comunidad inclusiva, abierta al dialogo y comprometida con la justicia social.

Infancia y formación religiosa

Francisco creció en el seno de una familia de inmigrantes italianos en Buenos Aires, siendo el mayor de cinco hermanos. Su familia vivió en un contexto de clase media baja, su padre Mario, empleado ferroviario, y Regina, ama de casa.

Se graduó como técnico químico, pero su verdadero llamado fue hacia el sacerdocio. Comenzó su formación religiosa en el seminario Villa Devoto e ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en 1958. Después realizo curso humorísticos en Chile y también se licencio en Filosofía en Buenos Aires.

Gran parte de su vida la dedicó a la docencia, en 1964 fue profesor de literatura y psicología en el colegio de la inmaculada de Santa Fe, y en 1966 en el colegio del Salvado en la capital argentina. Entres los años 1967 y 1970 estudio teología, un año después cumplió su tercer comprobando (un periodo que sirve para preparar intelectualmente a los jóvenes sacerdotes). Fue ordenado sacerdote en 1969.

Tras su ordenación, Bergoglio trabajo en diversas áreas de la pastoral, dedicándose especialmente al acompañamiento de jóvenes y a la enseñanza. En 1992, fue nombrando obispo auxiliar de Buenos Aires, y en 1998 arzobispo sucediendo a Antonio Querrancino.

En su época como arzobispo, destacó por su cercanía con las personas, especialmente con los los mas pobres y marginados. Su vida religiosa estaba motivada por una sólida espiritualidad, pero también por un profundo sentido de justicia social, lo que lo llevó a ser una figura influyente no solo en la Iglesia argentina, sino también en toda América Latina.

Además, destacó como una persona austera; solía ir en transporte público, comer en comedores sociales y vestirse con atuendos negros, alejados de la vestimenta de los purpurados.

Sin embargo, también hay sombras en la biografía de Jorge Mario Bergoglio. Un informe del periódico argentino Página 12 de 2010 fue acusado de haber colaborado con la dictadura militar de Jorge Varela en Argentina. Según este informe, mientras era superior de la congregación jesuita en Argentina, Bergoglio retiró su protección a dos sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales.

Los dos religiosos –Orlando Yorio y Francisco Jalics– fueron detenidos en mayo de 1976 y permanecieron en cautiverio durante cinco meses en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) hasta que fueron liberados. En su libro autobiográfico El Jesuita, publicado en 2010, Bergoglio rechazó las acusaciones, afirmando: “Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba, para abogar por personas secuestradas”. Y agregó que no había respondido a la imputación hasta ese momento “para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar”. En 2010, el entonces arzobispo de Buenos Aires testificó en el juicio por el secuestro de los dos sacerdotes. En su declaración, Bergoglio aseguró que se reunió con el general Videla y con el que era su número dos, el almirante Emilio Massera, para reclamar por la vida de los curas. Pero éste no es el único caso con el que se vinculó al Pontífice. Bergoglio también fue llamado a declarar como testigo en la causa de Elena de la Cuadra, hija de una de las cofundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo que desapareció cuando estaba embarazada.

Sin embargo, los defensores del Papa sostienen que Bergoglio escondió y ayudó a exiliarse a varios perseguidos por el régimen militar.

Un nuevo camino para la Iglesia

El 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Bendicto XVI, Bergoglio fue elegido Papa con el nombre de Francisco. Fue un momento histórico ya que se convertía en el primer Pontífice latinoamericano, el primero con ese nombre y el primer jesuita de la Iglesia Católica.

Desde el primer día de su papado, Francisco apostó por un estilo distinto al de sus predecesores, haciendo énfasis en la simplicidad y la cercanía con las personas. Su primera aparición en la Plaza de San Pedro fue un reflejo de esta sencillez, vestido de Blanco, sin esclavina roja y con una sencilla cruz, y pidiendo la bendición del pueblo.

A lo largo de su pontificado, Francisco hizo de la misericordia uno de los temas centrales. En 2015 convoco un Año Santo Extraordinario de la Misericordia, invitando a todos los católicos a acercarse a Dios a través de la reconciliación.

Durante este tiempo, también ofreció una serie de audiencias y pronunciamientos que subrayaban la importancia de la compasión y la comprensión, especialmente en un mundo marcado por el conflicto y la violencia.

La justicia social fue otra de sus grandes preocupaciones. Desde sus primeras encíclicas (carta enviada por el Papa y dirigida a los obispos católicos de un área en particular o del mundo), 'Lautado Si' (2015) y 'Fratelli Tutti' (2020), Francisco hizo una llamada a la comunidad global a la lucha contra la pobreza, la desigualdad social y los efectos devastadores del cambio climático. En 'Lautado Si', urgió a cuidar la creación, reconociendo la conexión entre la justicia social y la protección del medio ambiente.

Uno de los aspectos mas admirado de su papado fue su firme apoyo a los inmigrante y refugiados. Francisco no solo habló a favor de ellos, sino que también ofreció un ejemplo concreto de solidaridad, acogiendo a refugiados en el mismo Vaticano.

Francisco también destacó por su esfuerzo por promover el dialogo interreligioso y la paz mundial. Realizó visitas a países de todo el mundo, buscando tender puentes entre diferentes culturas y religiones. Su histórica visita a Cuba en 2015, y su papel en la mediación de la apertura ente la isla y Estados Unidos, subrayan su visión global de la paz y la reconciliación.

Uno de los momentos mas significativos de su pontificado fue su encuentro con el patriarca ortodoxo Cirilo en 2016, un gesto de unidad entre las iglesias Católica y Ortodoxa después de mas de mi años de división.

Los últimos años de Bergoglio estuvieron marcados por varios desafíos personales y globales. La pandemia de la COVID-19, que comenzó en 2019, supuso una prueba para la iglesia y el mundo entero. Francisco ofreció mensajes de esperanza y aliento y como siempre, hizo un llamado a la solidaridad y la unidad en tiempo de crisis.

Además de sus desafíos globales, Francisco también se enfrentó a problemas de salud, lo que genero especulaciones sobre el futuro de su papado. Sin embargo, nunca dejó de cumplir sus responsabilidades, y su entrega al servicio de la Iglesia nunca flaqueó. En febrero su estado de salud empeoro y finalmente fue ingresado por neumonía bilateral.

Legado

Francisco deja así un legado que seguirá inspirando a generaciones futuras. Su papado fue una llamada a la reforma, la justicia, la misericordia y la paz, con un enfoque constante en los más vulnerables . Fue un líder que, mas allá de su cargo, se vio como un servidor de la Humanidad, sin importar su origen o condición. Su visión de una Iglesia comprometida con los problemas del mundo permanecerá como uno de sus mayores valores.

Su cercanía, su humildad y su capacidad para escuchar a los demás le ganaron el afecto y la admiración de millones de personas alrededor del mundo. Su mensaje de esperanza y compasión trascendió las fronteras de la Iglesia, y su ejemplo de vida continuará siendo una fuente de inspiración para futuros líderes y creyentes de todas las naciones.