La muerte del Papa Francisco da inicio a un riguroso protocolo que ha sido seguido durante siglos en el Vaticano. Sin embargo, en esta ocasión se han introducido ciertos cambios que el propio Francisco dejó establecido en su testamento.

Riguroso proceso

Según la Constitución apostólica, un grupo reducido es el que se encarga de asumir los poderes papales de forma temporal, especialmente el camarlengo o jefe de gabinetes del Papa. Actualmente es el cardenal Kevin Farrell, y será quien asuma el papel de encargado de la Iglesia Católica de forma temporal.

Es Farrell el encargado de dar inicio a todo el proceso tras anunciar la muerte oficial del Papa con las palabras 'Vere Papa mortuus est' (“el papa está realmente muerto”). Para ello, tendrá que llamarlo tres veces por su nombre sin obtener respuesta. Antiguamente, con solo estas palabras bastaba, ahí también se necesitará la verificación oficial de la muerte mediante certificados médicos. Normalmente este acto suele hacerse en la habitación papal, sin embargo por primera vez esto va a cambiar ya que así lo ha pedido Francisco, solicitando que sea en una capilla.

Infografía con datos principales del funeral del Papa Francisco. EP

El camarlengo será el encargado de informar al Decano del colegio cardenalicio, al gobernador del Vaticano y, posteriormente, al mundo entero. Una vez que ocurra esto, el Vaticano entrará en sede vacante, es decir, en un periodo sin Papa.

El papa Francisco junto al cardenal Kevin Farrell. EFE

Tradicionalmente, en este punto, el cuerpo del Papa fallecido sería trasladado a una capilla privada en el Palacio Apostólico. En cambio, en este caso, dado que Francisco pidió que su muerte fuera declarada directamente en una capilla, el cuerpo no necesitará ser trasladado. Allí es donde será preparado por monseñores y miembros de la Casa Pontificada. Se le vestirá con los ornamentos litúrgicos papales, que incluyen la túnica blanca, la estola y la mitra. En ese momento, se le quitará al Papa Francisco su anillo del Pescador y el sello de plomo, que serán destruidos hasta la elección de un nuevo Papa.

El papa Francisco recibe el anillo del Pescador durante la misa del inicio de su pontificado. EFE

Ataúd abierto

Tras este proceso, el cuerpo del Papa será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá durante varios días en un capilla ardiente para que los fieles, dignatarios y lideres religiosos puedan rendirle homenaje.

Francisco dejó por escrito cómo quería que fuese su funeral, que como cabía esperar, será mucho mas sencillo que el de sus antecesores, siendo fiel a su estilo. No expondrá su cuerpo en un catafalco en la basílica de San Pedro, sino en un ataúd abierto, de madera con el interior de zinc y que ya no será triple como antes, eliminando de esta manera la tradición de depositar a los papas en tres ataúdes (de ciprés, plomo y roble), como también el velatorio "privado" para altos cargos que se llevaba a cabo antes de la exposición pública. Además, dejó explicitado que, en la basílica vaticana, su cadáver debe ser expuesto directamente en un féretro abierto y que sea cerrado la víspera de la misa exequial. Durante este periodo, los cardenales celebraran las 'Exequias en sufragio de su alma', que se llevarán a cabo durante nueve días consecutivo, tal y como marca la Constitución Apostólica.

Francisco también ha pedido ser sepultado en una capilla de la basílica romana de Santa María La Mayor, que custodia el icono 'Salus Populi Romani', del que era muy devoto, en lugar de hacerlo en la cripta vaticana como los anteriores pontífices. Se convertirá así en el primer Papa en un siglo en ser enterrado fuera del Vaticano.

La elección de esta Iglesia no es casual, ni muchos menos. Aquí celebró su primera misa como sacerdote San Ignacio de Loyola el 25 de diciembre de 1538, fundador de la Compañía de Jesús a la que pertenecía el Papa Francisco

En la cripta de Belén está enterrado San Jerónimo, doctor de la iglesia, quien tradujo la Biblia al latín en el siglo IV (la Vulgata). Asimismo, también está enterrado en esa Basílica el Papa San Pío V, que gobernó la Iglesia entre 1566 y 1572, siendo canonizado por el Papa Clemente XI en 1712. Junto a ellos se encuentra el escultor, arquitecto y pintor italiano Gian Lorenzo Bernini. Su tumba se halla bajo una gastada losa de mármol blanco, a la derecha del altar.