ZUGARRAMURDI. La localidad de Zugarramurdi necesita, y el Ayuntamiento así lo quiere y lo ha solicitado al Gobierno de Navarra, una variante exterior que acoja el intenso tráfico que se genera con el complejo comercial de Dantzarinea y la afluencia turística y que en la actualidad se ve obligado a cruzar la plaza de la villa. En concreto, incluidos los camiones de gran tonelaje, deben circular por un estrecho paso entre dos casas que apenas tiene 3 metros de anchura.
Desde hace un cuarto de siglo pero en especial en la última década, el aforo de tráfico ha crecido de forma extraordinaria en Zugarramurdi, tanto de turistas que llegan atraídos por las cuevas y las leyendas de la brujería como de operarios y proveedores que se desplazan al complejo comercial de Dantzarinea o regresan a sus puntos de partida. Este incremento se ha dejado sentir hasta el extremo de convertirse en un "grave problema", en opinión de los zugarramurdiarras.
En 2008, el número de visitantes a las cuevas fue de 56.722 y de 18.421 a Sorginen Etxea, el Museo de las Brujas, una cifra que se superó de largo el año pasado y que en el ejercicio actual, con la coincidencia de conmemorarse el 400 aniversario del Auto de Fe de Logroño, se calcula que la cifra puede ser mucho mayor. A este tránsito vacacional (Semana Santa, verano, puentes festivos) se añade ahora el de quienes van a trabajar o a transportar mercancías a las bentak (comercios) de Dantzarinea.
En gran medida, todos estos llegan a trabajar o a trasladar suministros desde Bera, Etxalar o Baztan, ya que por esta ruta la distancia es hasta 50 kilómetros más corta que por la N-121-B, y lo mismo ocurre con los vecinos de Iparralde que acceden desde Sara o Senpere por Venta Berruet y el camino rural, asfaltado con financiación europea del programa Interreg. El problema se suscita con el progresivo estrechamiento de la carretera que, al llegar a la plaza (que deben cruzar obligatoriamente) impide que se puedan cruzar dos vehículos con la consiguiente "situación de riesgo y de peligro para los viandantes" que pasean por el casco urbano.
lA solución La Corporación quepreside Jesús Agerre Indaburu ha previsto una solución, que consistiría en la apertura de una variante exterior de unos 860 metros de longitud, que serviría para descongestionar el acceso o salida de la villa hacia o desde Dantzarinea y acogería el paso de camiones con mercancías o de transporte de ganado. Esta alternativa ayudaría además a la peatonalización de calles, al menos en días de mayor afluencia de turistas.
La propuesta se presentó al Departamento de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, donde se entendió y asumió, pero al no estar prevista en el Plan Director de Carreteras ni en ningún otro planeamiento oficial se aconsejó aportarlo como una alegación al Plan de Ordenación Territorial de la Navarra Atlántica. La posible variante partiría al inicio del pueblo y por el este del mismo, para rodearlo por el norte hasta unirse con el camino-carretera que ahora comunica con Sara, con una rotonda y un aparcamiento en el punto de unión.