Dos "play off" de ascenso en once temporadas en Tercera

tudela. El nombre del entrenador olitense Adolfo Pérez Marañón está inscrito con letras de oro en la historia del Club Deportivo Ribaforada al haber sido el entrenador que ha firmado las dos mejores temporadas de la entidad. Bajo su dirección el equipo disputó dos fases de ascenso a Segunda B en las campañas 1993-1994 y 1995-1996. En la primera, el equipo se clasificó para disputar el play off tras acabar la liga regular en segunda posición por detrás de la Peña Sport que sumó 56 puntos, dos más que los riberos que esa temporada en la que fueron líderes durante 29 jornadas.

En la promoción, en la que se vieron las caras con Amurrio Barbastro y Laredo, dieron muestras de ser un equipo muy competitivo, pero las derrotas en casa ante Laredo (0-1) y fuera frente al Amurrio (3-1), que acabó ascendiendo a la división de bronce, le dejaron con la miel en los labios. Ese año, además, el club sacó dos jugadores a superior categoría: el ablitero Kike Enériz firmó por el filial de Osasuna y el arguedano Óscar Gurría lo hizo con el Athletic de Bilbao.

En la temporada 1995-1996, el Ribaforada volvió a meterse en el play off al concluir la fase regular en el cuarto puesto por detrás de Calahorra, Oberena y Peña Sport. En la fase de ascenso tuvo que medirse a Gimnástica de Torrelavega y Zamudio, que dominaron el grupo, y al Casetas, único equipo al que derrotaron en la liguilla.

TEMPORADA CLAVE El CD Ribaforada permaneció en Tercera once temporadas consecutivas desde que consiguiera el ascenso en la campaña 1986-1987. Antes, el conjunto ribero no había militado en categoría nacional, pero es que hasta la campaña 1984-1985 no lo había hecho tampoco en Regional Preferente.

Fue bajo el mandato de Rafa Martín cuando los designios del club ribero cambiaron radicalmente. En la temporada 1983-1984 el conjunto de Eusebio Cardenal, que tenía como principales exponentes a José Antonio Corella, Javier Marín, José Luis González Becerra o Simón, logró abandonar la PrimeraRegional tras superar en el play off al Erri Berri de Olite y al Loyola de Logroño. Sin embargo, la alegría duró poco porque al año siguiente se perdió la categoría, pero esa campaña supuso un punto de inflexión en la historia del conjunto rojillo porque tras ese primer ascenso a la temporada siguiente el Ribaforada volvió a ascender a Preferente y su progresión meteórica no se quedó ahí porque en sólo un año se presentó en Tercera donde completó una década dorada.