A lo largo de la Ronda Norte se han habilitado distintos pasos peatonales para asegurar el desplazamientos de los peatones. La nueva rotonda de Nuevo Artica también cuenta con un paso subterráneo, con una amplia plaza en su interior. Según una pareja de vecinos, Antonio y Sonia, que paseaban por él, "hacía falta". "Nosotros lo vamos a utilizar bastante. Tenemos cuadrilla en Berriozar y podremos pasar desde aquí al centro comercial, al MC Donalds, etc.", comentó Antonio. También para María y Juan, vecinos de Artica, resulta una alternativa mejor a la hora de cruzar que "tener que ir por la carretera". "Nosotros sobre todo lo utilizamos cuando salimos a andar", dijo María. Otro de los más recientes es el de la rotonda de Sarriguren. El retraso y las complicaciones de tráfico de estos siete meses de obras están llegando a su fin y, desde la semana pasada, los vecinos de la Ecociudad cuentan con una vía más de comunicación con las localidades colindantes. "Era necesario. Te evita dar toda la vuelta para ir al otro lado. Todo lo que sea estar mejor comunicado, creo que es positivo", explicó Francisco Javier Pérez, mientras Asunción Cadena, añadió que lo utilizará "para acercarnos mucho más a Mendillorri hacer compra porque aquí no hay de todo".
Un paso subterráneo que tampoco las tiene todas consigo es el de la rotonda de la calle Tajonar y la calle Bardenas Reales, denominada "la nueva plaza de los Fueros". "Hay muchos inconvenientes", argumentó Margarita Agudo, de la Asociación de Vecinos de Santa María La Real. "La plaza interior casi no se utiliza. No hay sombras ni refugios, si hace sol, te mueres de calor. No hay papeleras ni sale agua de la fuente. Cambiaron los bancos por unos de madera, pero la gente va muy poco", enumeró Agudo. Asimismo, esta vecina afirmó que " veo desde casa que la gente va sobre todo por arriba, por los pasos de cebra. Uno de los tres pasos está tapiado y te obliga a dar toda la vuelta". Esta plaza tiene tres túneles peatonales, uno por la calle Tajonar, otro desde la avenida Cataluña y un tercero con el parque de Lezkairu.Las obras comenzaron en 2009 y, según Agudo, está previsto que finalicen en agosto de este año.
Por otro lado, entre los pasos subterráneos más antiguos compiten la plaza de los Fueros, los de la avenida Navarra de San Jorge y el pasadizo entre la avenida de Navarra y el paseo de Ermitagaña.
los históricos
El proyecto de la variante
La plaza de los Fueros es uno de los puntos de referencia de los vecinos de Pamplona, un espacio de encuentro y sede que acoge todo tipo de eventos sociales y culturales. Pero en 1970, era un mero cruce de carreteras y se reformó con el fin de aliviar los problemas de tráfico y facilitar el paso peatonal a los tres barrios que confluyen en ella: Casco Viejo, II Ensanche y Milagrosa. Lugar de paso concurrido, con un goteo constante de circulación peatonal o en bici, es en realidad uno de los pasos subterráneos de mayores dimensiones, con baños públicos, un jardín circular, una fuente, bancos e incluso un mural. Sin embargo, para Paquita, atravesar la plaza por el centro "me resulta incomodo, sobre todo cuando voy con tacones", si bien reconoció que "ir por aquí es más cómodo que ir por arriba y esperar que te cedan los coches". Los pasos de San Jorge también se remontan a los años 70-80. El primero de ellos y el de mayor tamaño, que alberga una plaza en su interior aparece incluso en un libro dedicado al barrio. Al parecer, la creación de este paso fue "producto de la lucha vecinal que se inició en 1976", con "barricadas" incluidas hasta que "a principios de 1978 se encarga de manera urgente el proyecto y el presupuesto para el paso subterráneo". El más pequeño, situado nada más acabar el puente que comunica con San Juan, se construyó, según Ángel Larrea, de la Asociación de Vecinos de San Jorge, "a principios de los 80". En concreto, éste y el pasadizo entre la avenida Navarra y el paseo de Ermitagaña se construyeron en 1984, dentro del proyecto de la variante.
"Los dos pasos de San Jorge se utilizan muchísimo", afirmó Larrea, que recordó la mejora del "paso grande" que se efectuó con una partida de los presupuestos participativos de 2008. "La iluminación está bien, aunque la del pequeño se podría mejorar, en éste a veces también se atascan las alcantarillas", puntualizó Larrea. Con todo, el tránsito por ellos durante el día es continuo. Pedro Antonio Hualde, trabajador de la limpieza de esa zona desde hace 10 años, lo corroboró "suele estar muy transitado porque los padres llevan a los hijos al colegio, de 8.30 a 9.00 horas y a la salida, a partir de la 13.00 horas, es cuando más gente pasa". Las escuelas están situadas a la izquierda de la avenida Navarra y estos pasos resultan el camino más "seguro" para llegar a ellas. "Lo utilizo siempre cuando voy y vengo al colegio a por mis dos sobrinas, comentó Héctor Pérez, vecino de San Jorge desde hace dos años, siempre pasa mucha gente, y hace poco pusieron tiras en las escaleras para que no resbalasen con la lluvia".
entre pamplona y la comarca
Túneles o paseos
Desde los inicios de Buztintxuri, muchos residentes han acudido y siguen acudiendo a San Jorge para realizar compras y otros recados. Además, hasta que construyeron el Centro de Salud, algunos iban al de San Jorge. Para facilitar el acceso, en 2005 se adjudicó la construcción de un paso peatonal bajo las vías del ferrocarril para comunicar estos dos barrios. Un año después, los vecinos ya contaban con un túnel bajo las vías ferroviarias, que desemboca en la calle del Ferrocarril (Buztintxuri) y en la calle Sanduzelai (San Jorge).
"Este paso lo usamos mucho. Antes más, cuando no teníamos el ambulatorio en Buztintxuri y teníamos que ir al centro de salud de San Jorge. Seguimos viniendo a la cooperativa y a hacer compras a la carnicería, etc. Es la mejor manera de ir, porque sino, hay que dar mucho rodeo y es más peligroso", explicó Teodoro Fernández, vecino de Buztintxuri desde hace más de cinco años, que contó que "pasa mucha gente por aquí. Sobre todo en las horas puntas, para los colegios, ir a trabajar y también se ven muchas bicicletas". Este túnel, sin embargo, tiene sus inconvenientes. Al parecer, ya han sido varias las ocasiones en las que se ha inundado y ha tenido que cerrarse, con las consiguientes molestias de sus usuarios. El cierre más reciente, el martes y miércoles de esta semana. "Los vecinos fueron por la mañana a pasar para ir a trabajar y lo encontraron vallado", lamentó Ángel Larrea.
En cambio, otros vecinos de Buztintxuri optan más por acercarse a Berriozar por el paso subterráneo construido bajo la rotonda de Decathlon, construido hace 11 años. "Hago más los recados en Berriozar, pero por cambiar a veces vengo aquí (a San Jorge). De normal uso más el de Berriozar, por ahí se ve más gente paseando o en bici. De todas formas, en cuestión de temores de ir por la noche, éste (el de Buztintxuri) está más encajonado, el de Berriozar está más abierto y tiene más luz", opinó Francisco Javier Crespo, que vive en Buztintxuri desde hace cinco años y medio. Pese a las características de amplitud e iluminación de un paso subterráneo, por la noche, siempre parece causar reparo. María Pérez, vecina de Berriozar, reconoció que el paso de la rotonda de Decathlon "está iluminado" y que "de día suele estar transitado", pero añadió que "el que merece la pena es el que dijeron que iban a hacer por arriba, sobre pensando en tener que cruzarlo por la noche". Según otro vecino de la localidad, Juan Arméndariz, "la verdad es que pasa mucha gente. Por aquí te evitas la circulación y pasas tranquilamente".