El Ayuntamiento de Pamplona ha entregado este lunes el Pañuelo de Pamplona - Iruñeko Zapia a Mari Ganuza Senosiáin, a título póstumo, como reconocimiento a su "compromiso con la cultura popular, su pasión incansable por las tradiciones y su empeño por acercarlas a toda la ciudadanía". Su familia ha sido la encargada de recibir el galardón, en un acto al que ha acudido la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Joseba Asiron Saez.

Su viuda, Arantxa Bakaikoa, y sus hermanos Juan y Marisol Ganuza Senosiáin, han recibido el Pañuelo de Pamplona - Iruñeko Zapia, acompañados por una decena de familiares, entre cuñados, sobrinos y amigos de Mari Ganuza, en un acto cargado de emoción. Con este reconocimiento, el Consistorio ha querido destacar la figura de una persona como Mari Ganuza, siempre presente en iniciativas populares de la ciudad, que falleció el pasado mes de febrero.

Los hermanos de Mari, Juan y Marisol Ganuza Senosiáin, reciben el Pañuelo de la mano del alcalde.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron Saez, ha destacado la entrega de Ganuza a la ciudad, "de un valor incalculable", lo que le hace merecedor de este reconocimiento, que celebra este año su décima edición. "Sin duda, la Pamplona que conocemos no existiría sin la figura de Mari. Hoy entregamos, al llamado gigante entre gigantes, una pequeña parte de lo que él nos regalo a nosotros", añadió.

Bakaikoa, en nombre de la familia y llena de emoción, ha agradecido al alcalde y al ayuntamiento el reconocimiento y la cercanía, y ha asegurado que "seguiremos adelante con su impronta imborrable". "Mari era un poco cobardica", ríe Bakaikua al preguntársele por lo que diría si hubiera estado este lunes aquí. "El hubiera dicho que es un privilegio, que un reconocimiento siempre agrada, pero seguramente él se lo hubiera dedicado a todas las personas que han estado a su lado. El siempre fue muy humilde", añadió.

Su viuda, Arantxa Bakaikua, al recibir una escultura basada en la unión de los tres burgos.

"Referente absoluto de la vida festiva de Pamplona"

Ganuza fue, durante 41 años, miembro de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, que presidió desde 1990 hasta 2019. En esas décadas fue el encargado de portar la reina europea, Josephamunda. Pero, más allá de bailar los gigantes, se encargó de impulsar el arraigo de la comparsa entre la ciudadanía y apoyar su evolución, como la teatralización de la despedida de gigantes del 14 de julio. En 2010, siendo su presidente, tuvo el privilegio de lanzar el Chupinazo, con motivo del 150 aniversario de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos.

Aunque esta faceta fue una de las más conocidas de Ganuza, no ha sido la única. En 1990 fue uno de los fundadores de la Asociación Amigos del Olentzero, donde trabajó por transformar la celebración hasta su desarrollo actual. También participó en la Cabalgada de Reyes, donde dio vida al rey Gaspar durante años. Además, durante 18 años, en Semana Santa portó el paso de la Dolorosa, de titularidad municipal, antes de integrarse en el Cristo Alzado. Su vinculación con Pamplona y su interés por promover la proyección de la ciudad, le llevó a colaborar en el hermanamiento con Baiona.

Lejos de quedarse ahí, la figura de Mari Ganuza está detrás del diseño de decenas de pancartas de peñas, junto con Félix Flamarique, en la década de los 80 del siglo pasado: También fue socio de la peña Los de Bronce y Muthiko Alaiak.

Ante esta trayectoria, el alcalde de Pamplona ha aplaudido "su capacidad para unir tradición y comunidad", así como su "conocimiento del entramado sociocultural de Pamplona", lo que le convierte, ha insistido, en "un referente irrepetible" para la ciudad.

Diez años del Pañuelo de Pamplona - Iruñeko Zapia

El Ayuntamiento de Pamplona creó en 2016 el reconocimiento del Pañuelo de Pamplona - ruñeko Zapia para "premiar a las personas, físicas o jurídicas, y entidades que, por razón de su labor diaria, trayectoria personal o profesional, hayan contribuido de forma activa y notoria a la consolidación de la proyección de la ciudad de Pamplona". El galardón se entrega en el marco de las celebraciones del Privilegio de la Unión, cada 8 de septiembre.

Entre los premiados hasta la fecha están Paulina Fernández, propietaria de la Churrería La Mañueta; el periodista Javier Pagola; Elisa Sesma, Pablo Sánchez-Valverde y Mari Cruz Landa, por su trayectoria profesional ligada al Centro de Información y Planificación Sexual, Andraize; el exárbitro internacional Alberto Undiano Mallenco; al Colegio Oficial de Médicos y al Colegio Oficial de Enfermería, representados por Vicente Estremera y Belén Izcue; el historiador Juan José Martinena; Mai Garde Echalecu y Oier Sanjurjo Maté, que fueron capitana y capitán por aquel entonces de los primeros equipos femenino y masculino del C. A. Osasuna; el Pacto por la Persona Mayor de San Juan / Donibane; y Mariví Esparza Mugueta, encargada de custodiar la imagen de San Fermín de la Cuesta de Santo Domingo. A todos ellos, se suma ahora Mari Ganuza Senosiáin.