Así, las peñas de Alsasua realizaron este pasado mes de junio un llamamiento para animar a participar en un cursillo de aprendizaje de bailes. Pero la respuesta fue escasa, ya que sólo se apuntaron dos personas. Si bien parecía que el proyecto se iba a quedar en una ilusión, en las peñas estaban convencidos de que había gente dispuesta, invitando persona por persona a unirse a este proyecto. Finalmente, han aceptado el envite nueve personas que desde el ocho de agosto ensayan dos coreografías de la mano de Josu Guembe, de la asociación Erraldoi y miembro de las comparsas de Burlada y Pamplona.

Son Iñaki Seco, Mikel Lopez de Gereñu, Javier Malo, Joseba Lizarraga, Leire Razkin, Jesús Guzmán, Jorge Yeregui, Rubén Imaz e Ibon Poveda. "Apuntan maneras" aseguraba Guembe. Así, todos los lunes y miércoles, a las 20.00 horas, se reúnen en el centro Iortia para aprender a bailar a los gigantes. De las seis figuras existentes en Alsasua, sacarán cuatro: Momotxorro, Sorgiña y la pareja de reyes moros. Su estreno será el próximo 13 de septiembre en el cohete. Asimismo, estarán el sábado 17, el último día de fiestas.

"La idea no es crear una comparsa sino aprender a bailar las figuras para poder sacarlas y también poder enseñar a futuros porteadores", explican desde las peñas. También señalan que el grupo está abierto, animando a participar en el proyecto. "Hace falta gente con ganas que quiera seguir", observan.

La Comparsa de Alsasua comenzó su andadura en 1980, llevando alegría e ilusión en las fiestas de la villa y otras localidades durante dos décadas. En su momento de máximo esplendor llegaron a estar doce personas. Las obligaciones laborales y familiares, así como cuestiones económicas, ocasionaron su desaparición en 2002.

Pero la presencia de gigantes y kilikis en la villa se remonta a los años 40. Fue el 13 de septiembre de 1944 cuando se presentó la primera comparsa, con una pareja de reyes y cuatro cabezudos. Según cuentan las crónicas de la época, fueron adquiridos en la Casa del Ingenio de Barcelona por un importe total de 3.030 pesetas. De estas 2.436,25 correspondían al coste de los gigantes y el resto, 593,75 a los cabezudos. Unos años después se compró la otra pareja: Marco Antonio y Cleopatra. Momotxorro y Sorgiña, las dos principales figuras del carnaval rural alsasuarra, se incorporaron en los años 90, realizados también en cartón piedra.