Aceras por las que circular en sillas de ruedas o llevar un carrito de bebé se hace prácticamente imposible, pavimentos en los que los baches no son lo excepcional, sino lo habitual; bordillos sin rebajes o zonas para peatones que no están marcadas y que son invadidas una y otra vez por los coches. Ese es el paisaje que se puede ver a la entrada de Estella. Y es que en apenas 160 metros, los vecinos de la ciudad se encuentran con todos estos problemas -y algunos más- de accesibilidad, que complican y mucho la vida de los vecinos de la zona de Valmayor y de La Merced.
Ellos, junto con la asociación de discapacitados físicos Amife, han elaborado un informe para presentar en el ayuntamiento en el que se solicita que se corrijan estas carencias. El documento se acompaña con 67 firmas recogidas entre los vecinos de Valmayor.
poca anchura Los afectados explican en su estudio que el ejemplo más significativo es, quizás, la acera desde la que se accede de la avenida de Pamplona a la calle Valmayor, en el barrio de Camineros. Según indica el arquitecto de Amife, Miguel Martínez de Morentin, esta tiene 80 centímetros de ancho, cuando la legislación actual establece que las aceras deben llegar a 180. "El tramo previo al inicio de la calle Valmayor presenta una anchura insuficiente de hasta 80 centímetros. Esto dificulta la circulación de sillas de ruedas. Además, debido a la intensidad del tráfico supone un peligro para cualquier peatón, especialmente para niños y personas con movilidad reducida", indica el técnico en su informe. A ello hay que añadir que en una curva se han colocado unos bolardos sobre la acera después de que un camión se saliese de la calzada, superase la acera y se empotrase contra una vivienda. "El paso es aún más complicado por los pivotes, ya que los colocaron sobre la acera", explica el vecino de Valmayor Rafael Fonseca, que habitualmente dirige una silleta infantil doble. A todos estos problemas, concentrados en esa única acera, se suma también el ramaje que ha crecido casi a ras de suelo y complica el tránsito por la misma.
Además de ese, otro de los problemas de accesibilidad en esos 160 metros lineales se encuentra en la acera de enfrente, cuyo pavimento presenta "baldosas deterioradas y descolocadas". Asimismo, termina en un bordillo sin rebaje que impide totalmente que las personas en silla de ruedas puedan descender al camino contiguo.
Otro punto problemático es el paso de peatones ubicado enfrente del solar de la antigua Renolit. Este tiene también dos dificultades. El primero es que funciona pulsando un botón y este se encuentra a una altura excesiva como para que lleguen a pulsarlo las personas con movilidad reducida. El otro problema es la excesiva pendiente que tiene el propio rebaje.
Amife y los vecinos de esta zona esperan que con sus rúbricas que el Ayuntamiento tome medidas para solventar la situación de esta zona, que es un "itinerario obligado para los vecinos de Valmayor y La Merced que desean acceder al centro de la ciudad", explican en su texto.