tafalla. Así lo explica Manuel Ainzúa, gerente de la Cooperativa La Sarda, entidad que se fusionó hace ahora dos años con la veterana bodega tafallesa. "El sector del vino lleva diez años en crisis. Debido a un exceso de producción, se impulsó el descepe de las viñas y muchos agricultores se acogieron a estas subvenciones porque para ellos las bonificaciones eran más rentables que mantener el cultivo y ahora nos encontramos con que no hay uva", mantiene Ainzúa a la par que especifica que el arranque de viñas ha sido de tal magnitud que actualmente la cooperativa cuenta con tan solo "70 hectáreas de viñedo".
Esta cifra cobra especial significado cuando se habla de la producción, y es que la cooperativa ha pasado en los últimos años de producir entre el millón y medio y los dos millones de kilos de uva a tan solo 450.000 (casi un 75% menos ), "y lógicamente con este volumen de uva la bodega no podía mantenerse", subraya Ainzúa. A esta difícil situación se suma, por otro lado, la expiración del contrato, firmado por un período de ocho años, con la empresa Hacienda Uvanis que se encargaba, además de asumir los costes de producción y de comercializar los vinos de las marcas Viña Nava y Torre Beratxa, de proveer a la cooperativa de la uva necesaria para producir dicho vino "ya que con lo que aportaba Tafalla no era suficiente para hacer rentables las instalaciones", dice Ainzúa.
Ahora, "para dar salida a la poca uva que queda en Tafalla y que producen 28 viticultores, frente a los 80 que había hace diez años", comenta el gerente de La Sarda, la uva se derivará, en primera instancia, a la cooperativa de Artajona para después comercializarse en las bodegas Chivite de Cintruénigo, gracias a un acuerdo establecido para los próximos tres años.