Este temblor fue precisamente el que también se sintió con mayor fuerza en las casas de Astráin y donde algunos vecinos asustados decidieron marcharse y pasar la noche en Pamplona. Unas vecinas que viven en la locadidad desde hace pocos meses recordaban al mediodía cómo habían llegado a contar hasta ocho seguidos y, en el caso de una de ellas, que se encontraba ante el ordenador en el momento de ese temblor en concreto, cómo la silla con ruedas en la que estaba sentada se había desplazado por toda la habitación. Fernando Pérez, del bar del pueblo, recordando la noche, indicó que se había despertado dos veces, por las sacudidas detectadas. En opinión de Pérez, los temblores "son cortos" ya que se sentían "durante entre dos y cinco segundos". El responsable del local comentó que en Astráin "siempre ha habido algún temblor puntual, pero tan asiduos no recordaba". Por los comentarios que había habido durante la mañana en ese establecimiento, indicó que "quizá por la noche a la gente le da algo más de miedo, pero por el día pasan y hay incluso quien no se entera porque en la calle no se sienten tanto".
El mismo parecer se percibía en el pueblo de Uterga, lugar en el que se registró el de mayor magnitud. Isabel Izurzu explicó que, durante ese primer temblor, "justo estaba hablando en la calle con otro del pueblo de los terremotos y lo notamos, pero poco". "En cambio, el de las diez, sí que lo noté", contó Izurzu, quien en ese instante veía la televisión junto a su marido, Valentín Sarasíbar, y sintió que "tembló el sofá", relató. Para Izurzu era el primer movimiento sísmico que notaba en sus 20 años en el pueblo, sin embargo, Sarasíbar recordaba el precedente histórico de 1982, cuando se sucedieron terremotos de 4,5 y 5 mblg.
la noche Durante la madrugada del lunes al martes se sucedieron dos de los temblores más potentes, de 2,6 y 2,4. Pablo Elizarrondo, de 24 años y concejal de Uterga, comentó que la gente se había despertado ya que tras el terremoto (5.30 horas) "estábamos todos despiertos hablando de ello por WhatsApp". Sin embargo, a pesar del desvelo nocturno general, Pedro Nagore, alcalde del pueblo, explicó que no había habido desperfectos, "hemos visto casa por casa y nadie ha reclamado nada por el momento, solo el comentario de habernos despertado". Una de las excepciones era Pedro Gómez, vecino de Uterga, que además de sentir la vibración de la mesa mientras cenaba, ayer al levantarse, se había encontrado una pila de botellas caídas. "Habrá ocurrido con los temblores de la noche", narró Gómez al mostrar la barra de la estantería venida abajo y, por tanto, las botellas rotas y el vino en el suelo.
El alcalde, con 39 años vividos en la localidad, explicaba que cuando aparece un temblor, primero "viene el sonido y luego el tembleque", y que la diferencia de los de estos días con otros anteriores era que los otros se asemejaban más al sonido, más breve, que puede llegar de la cantera.
charla con experto Mañana, jueves 21, a las 19.30 horas en el local de la sociedad de Uterga, se celebrará una reunión informativa para los vecinos y los alcaldes de las poblaciones afectadas por los seísmos sobre cultura geológica y consejos de actuación. La charla correrá a cargo del delegado del Colegio Oficial de Geólogos de España en Navarra, Antonio Aretxabala Díez.
Aretxabala, estudioso de la zona, ha realizado un informe acerca de la serie sísmica en la sierra del Perdón en el que observa que desde el 14 de febrero hasta el 19 de marzo a las 9.00 horas se habían contabilizado hasta 130 terremotos de entre 0,9 y 3,0 mblg.
El geólogo se reunió ayer con Pedro Nagore, alcalde de Uterga, quien comentó que charla es una iniciativa, entre otras razones, "porque igual la gente está un poco asustada" y así dispondremos de explicaciones de un experto. En mitad de una revisión del terreno, Aretxabala señaló ayer que "no tiene por qué ser en el epicentro" del temblor donde más se perciba el terremoto. Asímismo, a pesar de que la Cuenca de Pamplona se encuentra en la segunda zona más sísmica del Estado y de que los movimientos de tierra se atribuyen también a la superficialidad de las minas de Potasas -aunque aún esté por estudiarse-, explicó la influencia de la lluvia caida este último mes (cerca de 500 litros por m2), equivalente a la de un año.