los veranos de la villa también en Lumbier dan su fruto en los últimos años, cuando en el mes de agosto las puertas del ayuntamiento se abren e invitan a contemplar diversas muestras de elementos artísticos o de retazos de otros tiempos.
Este año sus muros se llenan de fiesta por medio de los colores de las blusas de cuadrillas, de imágenes y documentos con los que sin duda sus vecinos y vecinas se van a sentir identificados. Se trata de una de las muestras más participativas de cuantas se hayan exhibido en la sala, que contiene más de 50 blusas y 80 fotografías y se podrá contemplar desde su apertura, a las 8.30 horas de este viernes, día 2, hasta el próximo 15 de agosto, y con ella rememorar gratamente aquellas vivencias de fiestas pasadas.
La exposición responde a la inquietud del concejal, Carlos Zozaya, (I-E) , quien llevó la propuesta al pleno municipal en abril del 2012, iniciativa que fue bien acogida pero que fue pospuesta para este año por problemas de fechas. "Era una idea que me rondaba hace tiempo. Mi blusa (del Aurrera) permanecía guardada en un cajón en casa, y con ella pensé en intentar recuperar estos emblemas de las cuadrillas de nuestra juventud y reunirlas en una exposición", explica el concejal.
La idea caló y se retomó con el nuevo año impulsada por la comisión de Cultura del Ayuntamiento y respaldada por un grupo de siete personas: Isidoro Bidondo, Mari fé Burguete, Xabier Rebolé, Gabriel Ibáñez, Koldo Garde, Begoña Gogorcena, ( concejal de A.I, y presidenta de la citada comisión) y el propio Carlos Zozaya, que arrancó a mediados de febrero con el desarrollo de los objetivos y la elaboración de un listado de cuadrillas, iniciándose de este modo la recopilación de fotografías y blusas de las mismas, para lo que ha sido fundamental la colaboración popular. Tocaba revolver cajones, por las casas, subir al sabaiau, en busca de las blusas y otros elementos para la muestra de aquellas fiestas pasadas.
la inauguración Se han logrado cerca de 80 imágenes de las que se compone la exposición, y unas 50 blusas, desde finales de los años 40 e incluso, se ha rescatado del olvido una pancarta de El Bullicio de los años 50.
La muestra contiene además, documentos del archivo municipal sobre las cuadrillas, las fiestas y la Plaza de Toros. Cuenta con la colaboración de la Txaranga Ilunberri, que ha grabado para el evento una cinta con temas propios y de anteriores txarangas, que servirá de música de fondo. Asimismo, se proyectará un montaje de treinta minutos con antiguas imágenes de cuadrillas locales elaborado por Eusebio Rebolé, en base al legado fotográfico de la colección de Mariano Garcés. La muestra comprende la publicación de un folleto, del que se han editado cien ejemplares, Las cuadrillas, las blusas y la fiestas, en el que se hace un recorrido histórico que será incluido en el programa de las fiestas de San Ramón de este año.
La exposición se completa con carteles de becerradas de cuadrillas, copas, botellas, garrafones y vasos y una cuba de zurracapote aportada por la cuadrilla de Letrau.
pequeña historia La exposición tiene como objetivo la recuperación del distintivo que lucía cada cuadrilla: el nombre, y su blusa, que era exclusiva de los chicos, y a veces una pancarta, que portaban en las fiestas y también en los quintos. Los nombres reflejan la época en la que se constituyeron y su realidad socioeconómica, que marcaba la manera de disfrutar de las fiestas.
Abarca desde los duros años de la posguerra, pasando por el Lumbier agrícola de los años 50, que ya despedía a sus primeros jóvenes emigrantes, hasta la apertura de los 60, los cambios políticos de los 70; que marcarán las blusas en euskera, hasta las cuadrillas más jóvenes, y las de chicas, que tendrán un mayor recorrido en los 80. En resumen, generaciones de blusas, fiestas, música y toros, que se han transformado con el paso del tiempo.
En los días previos, el grupo ultima los detalles. El objetivo está cumplido: recordar a las cuadrillas que un día en su juventud pidieron paso en la calle Mayor , al son de los cláxones de una txaranga, agarrados todos a una por el hombro, con sus recién estrenadas blusas de fiestas. A medida que se acerca la apertura, aumenta el interés de las personas por el resultado de seis meses de trabajo, que "han merecido la pena" para presentar una muestra en la que como dicen los miembros del grupo, "todos somos arte y parte", al tiempo que agradecen la aportación de todo el material que ha hecho que la idea se haga realidad.