dICE que no escritor, pero acaba de publicar un libro en el que descubre sus impresiones sobre once lugares de la geografía navarra asociados a otras tantas leyendas. Javier Fraile, de 44 años, natural de Arre y vecino de Villava, trabaja como almacenero pero su pasión es la fotografía y perderse en largos paseos por Navarra. Uniendo ambas aficiones y desde una mirada "con ojos asombrados", como dice en el prólogo Saturnino Napal, su editor, ve la luz Paseos ocultos por Navarra, dentro de la colección Navarra insólita de la editorial Evidencia Médica.

Javier Fraile nunca pensó que sus escritos "personales" sobre los lugares que visita pudieran publicarse alguna vez. "Los escribí para mis hijos, Vanesa y Alex, de 16 y 10 años. Se pasan el día en casa, jugando con la play. A mí me gustaría que me acompañaran en mis recorridos por Navarra, pero tampoco puedes obligarles a divertirse. Por eso pensé en escribir para ellos lo que yo vivía en esas salidas, a ver si así se aficionaban", señala. El resultado es un cuaderno de viajes por once lugares, del norte al sur de Navarra, asociados a otras tantas leyendas, la mayoría muy conocidas.

"Cogí las leyendas navarras que conocía y empecé a tirar de la manta, primero informándome. Luego fui a los pueblos, hablé con los vecinos, hice fotografías y escribí las impresiones que me causaron esos lugares. A pesar de no ser escritor ni periodista, en algunos sitios me atendieron de maravilla, como en Bargota o en Leyre; en otros, no tanto", relata Fraile.

Al autor, este trabajo le ocupó dos años, y después llegó la sorpresa. "Nunca había pensado publicarlo, es un diario personal, no intento vender nada ni sacar tajada, pero alguien lo leyó y me propuso llevarlo a alguna editorial. Al final lo mandé a dos y Saturnino Napal, de Evidencia Médica, me contestó y lo ha publicado en la colección Navarra insólita", señala el autor.

recorrido

De Urkulu a la cueva de la Mora

La obra recoge once leyendas: Urkulu, el Abad Virila, el Brujo de Bargota, la fuente de los Ángeles, el unicornio de Betelu, la flor del Sol, Felicia de Aquitania, Eunate, Puente de la Rabia, la cueva de la Mora y Teodosio de Goñi. Y Javier Fraile está satisfecho del resultado: "Yo, como todos los navarros, había estado en Leyre, pero nunca había subido a la fuente de San Virila. Antes había oído hablar de la leyenda, pero ahora siento todo más cercano. He estado allí, he hablado con los monjes...", asegura.

Por eso, no descarta seguir adelante: "Quiero ir a la carrera de cutos de Arazuri, a las almadías de Burgui, a fiestas curiosas. En principio tengo ganas de fotografiar todo eso y si luego me sale texto, estupendo". Además, a sus oídos llegan mensajes elogiosos: "El otro día me felicitó una señora en Ujué y también me han citado en una página de una de librería Olite". Incluso en casa ha conseguido algunos avances. Su hijo menor ya le ha acompañado a una excursión por la Bardena, al pico del Fraile, "como nuestro apellido".