Con la entrada de octubre llegan las ferias de Etxarri Aranatz, una cita de origen ganadero que se ha reinventado con nuevas propuestas pero sin olvidar el sector primario y los modos de vida ligados a la tierra. Y es que, desaparecido el ganado de la feria, el Ayuntamiento ha potenciado esta celebración con actividades que giran en torno a tres ejes: socioeconómico, deportivo y lúdico, según explicó el alcalde, Joxi Bakaikoa.

Uno de los principales cambios fue el traslado de la feria de artesanía, uno de las actividades centrales estos últimos años, de la tarde del sábado a la mañana del domingo. Además, se amplió la oferta con productos agroalimentarios, unos 40 puestos en total. Así, la feria de Etxarri Aranatz también fue un escaparate de este sector, un mercado sin intermediarios con productores agrupados en torno a Bizilur. Si bien la mayoría era productores de Sakana, también acudieron de otras zonas de Navarra con el fin de ofrecer mayor variedad. Se pudieron degustar y adquirir alimentos de primera calidad como queso, miel ecológica, vino, embutidos, caracoles, pan o verduras, entre otros.

Mientras tanto, una veintena de artesanos mostraron en la plaza su buen hacer en diferentes oficios, con una amplia oferta de artículos, desde pendientes o pulseras, cerámica, tallas, muñecos o prendas de vestir, por citar algunos.

El deporte fue otro de los ingredientes. Por un lado, se disputó la carrera de montaña Mendira joan etorria, con 104 participantes, que también pudieron disfrutar de la feria. Los deportistas tienen fama de que comen mucha pasta. Lo cierto es que muchos se acercaron al puesto de Maxi Martinelli, italiano de origen pero vecino de Beriáin que elabora pasta artesana con el método tradicional italiano. “Utilizo la mejor sémola de trigo duro y trefila de bronce que deja esa rugosidad a la pasta imprescindible para que se ligue de forma adecuada con las salsas”, explicó. Por otro lado, ayer al mediodía se disputó la final del Campeonato navarro de aizkolaris. La txapela se quedó en casa, para Floren Nazabal.

CONCURSO DE QUESOS El queso, el producto agroalimentario estrella de la zona, fue otro de los protagonistas de la mañana, con la undécima edición del Concurso de quesos de Sakana. Participaron siete pastores de Sakana de oveja latxa con piezas realzadas con su propia leche: Amillano Gaztandegia, de Alsasua; Arana-Etayo, de Arbizu; Albi, de Arruazu; Uharte gazta, de Uharte Arakil; Sarabe, de Urdiain además de Ibarborda y Balda, de Unanu. Precisamente el primer premio fue para esta última explotación, regentada por los hermanos Jexux e Isabel Balda. El primero se encarga del cuidado del rebaño, unas 400 ovejas, y la leche. Hace unas semanas, en el Artzai Eguna de Uharte Arakil, quedaron segundos. “No hay secretos, lo principal es la alimentación y la limpieza”, señaló. El premio eran 100 euros. El segundo, 70 euros, fue para Ibarborda y el tercero, 40 euros, para Sarabe. El jurado, formado por Iñigo Lazkoz, de Hartzabal elkartea; Jon Etxeberria, de Udaberri y José Ignacio Mozo, de Gure Etxea y guiado por José Ramón Agiriano, de la DO Idiazabal, destacó el alto nivel de los quesos presentados.