Ochagavía/otsagabia - “Nos sentimos ciudadanos de tercera, que pagamos puntualmente nuestras facturas e impuestos, pero no gozamos de los servicios correspondientes”. Con estas palabras, la alcaldesa de Ochagavía, María Luisa Sáez, se hace eco de las quejas de sus vecinos que este fin de semana han sufrido el tercer corte de luz en un mes, este de diez horas, como consecuencia de una nueva avería en la red, así como de otros pueblos del valle con cortes intermitentes. Pero aquí no acaba el lamento, ya que el estado de las carreteras como consecuencia de las últimas nieves caídas, sumadas a las anteriores, y la falta de quitanieves ha impedido subir a las pistas de Abodi por lo que los aficionados al esquí tuvieron que darse la vuelta a falta de 20 kilómetros para acceder a ellas.

“Con este funcionamiento, estamos despachando a la gente que viene, porque después no vuelve si no les das seguridad de poder esquiar”, expresaba ayer Juan Ignacio Mancho, encargado de las instalaciones de Abodi. En pie desde las seis de la mañana preparándolas en previsión del nuevo pronóstico para esta semana, afirmaba que en los siete años al frente de ellas, los tres últimos están resultando muy duros “porque las carreteras no están en condiciones, y así no podemos trabajar”. El responsable no negaba la existencia de 50 quitanieves en funcionamiento, según datos del Gobierno, pero sí cuestionaba su prioridad. “Dependemos de ellos para llegar. ¿Por qué no llegan? ¿Quién toma las decisiones?”, planteaba.

A los habitantes y turistas del fin de semana se suman cada siete días un centenar de estudiantes de los colegios que toman parte de la Campaña Escolar de Esquí. “Vienen a esquiar; si no pueden, ¿qué hacemos con ellos?”, se preguntan.

Para Mancho la solución es cuestión de voluntad y pasa por que los responsables políticos se dignen a vivir la situación. “Desde un despacho a 100 kilómetros no se hacen a la idea; no se ve, o no se quiere ver, la realidad. Esto no es nuevo, pero sí complicado trabajar sin condiciones”.

Del mismo modo se expresaba Javier Carlosena, propietario del Hotel Auñamendi. “Nosotros trabajamos con ímpetu e ilusión para sacar esto adelante, pero los que tienen que poner los medios no ponen los suficientes, y esto es muy duro para los negocios y para la población”, denunciaba.

El sábado el valle estaba repleto, con plena ocupación de casas rurales y hoteles. A las 19.30 horas la luz se apagó. “Tuvimos que improvisar las cenas, trabajar de malas maneras. Nos sentimos mal. No nos gusta dar esta imagen. Echamos en falta más medios y que Iberdrola mantenga los tendidos limpios para que no se sucedan las averías”.

Esta misma reclamación la suscribía María Luisa Sáez, la alcaldesa. “Sabemos que acuden en cuanto les llamamos y trabajan en condiciones difíciles. Esto no ocurriría si en el verano se llevasen a cabo las labores de mantenimiento y limpieza de los tendidos”, recalcaba. Ella y otros mandatarios locales están llamados por la Junta del Valle a una reunión que tendrá lugar esta tarde para debatir estas cuestiones.

En el pueblo se plantean reclamar, y alguno incluso dejar de pagar los recibos. “Si no nos dan los servicios, que no los cobren”, alegan, sintiendo cierta impotencia en el fondo. La misma de Gema González Carcedo, propietaria de la sidrería Kixkia. “No hay derecho a que Iberdrola se ahorre el personal de mantenimiento, y que luego nosotros tengamos que sufrir estas pérdidas”, exclamaba. Ella y Mikel Ceberio, su pareja, todavía no se han recuperado de la “depresión” y de las pérdidas cercanas a 6.000 euros, obligados a suspender la apertura del txotx el 31 de enero por el corte de luz. Este fin de semana también tuvieron que cancelar las reservas.

Ayer, la Asociación de Consumidores y Usuarios Irache informaba de que se puede reclamar compensación económica por cortes de luz a la compañía , según el Real Decreto 1955/2000. Aportaba incluso la sentencia favorable a un socio que sufrió daños en su caldera por un corte de luz. “El mal tiempo no exime de responsabilidad”, concluye Irache.

ida y vuelta de madrid sin esquiar

Decepcionante. Atraídos por la publicidad del Pirineo navarro en el stand de Fitur en Madrid, una pareja de madrileños se acercó a Ochagavía el pasado fin de semana para alojarse en el Hostal Auñamendi. La reserva de cuatro días se suspendió al tercero, y no pudieron esquiar ni uno solo. “Se fueron encantados del trato, de la gastronomía y del maravilloso entorno, pero también decepcionados”, relata Javier Carlosena. “Vinieron sobre todo a esquiar y ni siquiera pudieron llegar a las pistas, por lo que adelantaron un día su regreso. De nada sirve nuestro esfuerzo, si ni el Gobierno ni Iberdrola ponen los medios suficientes”, reclama.