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Claretianos San Fermín de Aldapa

Los Misioneros Claretianos de la provincia de Euskal Herria custodian desde 1883 en su iglesia y comunidad de las pamplonesas calles Aldapa y Dos de Mayo la figura y reliquias de San Fermín, además de otras piezas de gran interés cultural

Claretianos San Fermín de Aldapa

La visita a la pamplonesa Basílica de San Fermín de Aldapa nos depara la sorpresa de la recién llegada maqueta del propio edificio elaborada y donada por el maestro y artista ebanista Jesús Beroiz, de Burlada. El detallado trabajo, que reproduce también todos los elementos interiores de la iglesia, ya es, por sí mismo, un tan valioso como curioso reclamo. El edificio de los Misioneros Claretianos, además de custodia de San Fermín de Aldapa y de su reliquia, también es casa de descanso para los miembros más veteranos de la congregación. Al frente, como superior de la comunidad, está el padre Carlos Pagola, quien desenvuelve el sentido obsequio de Beroiz y, luego, nos desglosa las virtudes patrimoniales que ampara esta importante y carismática señal de la ciudad.

La zona actual de la calle Aldapa y Dos de Mayo está bien urbanizada (2007), aunque el proyecto del necesario parking para vehículos y un jardín algo más elevado hubiera abrochado mejor el espacio. Explanada que no es difícil de imaginar como plaza de armas de un recinto fortificado en los siglos XIII, XIV y XV en donde destacaron las fábricas del Palacio de los Reyes de Navarra (luego de los Virreyes y de Capitanía), hoy Archivo General de Navarra; el de la Posada del Rey, ahora Hotel Catedral; y la iglesia o capilla, entonces bajo la advocación de San Pedro, en el lugar de la basílica (iglesia que no es parroquia según el pamplonario) que hoy nos ocupa.

En este uso pamplonés, a San Fermín de Aldapa se le conoce como losCorazonistas. Esta denominación, en realidad, no es correcta, aunque sí responde a la devoción por el Corazón de María de los Misioneros Claretianos, que son los titulares y cuyo nombre oficial completo responde a Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, institución religiosa fundada por el catalán San Antonio María Claret en 1849. Descencientes directos de esta orden, establecida en lo más histórico de la vieja Iruña, nacieron en 1970 el prestigioso Colegio de Enseñanza Cardenal Larraona y el muy activo y solicitado Colegio Mayor Larraona, adscrito a la Universidad de Navarra. Arcadio María Larraona, navarro de Oteiza de la Solana (1887-1973), fue otro de los insignes personajes con los que los Claretianos han fecundado y dado prestigio a la comunidad religiosa y educativa de Navarra.

iglesia de san fermín La actual iglesia de San Fermín de Aldapa fue bendecida y abierta al culto el 25 de septiembre de 1701, celebración del martirio de San Fermín. En 1883 fue cedida en usufructo por la propiedad catedralicia a los Misioneros Claretianos. A finales del siglo XIX, en torno a 1896, el edificio fue ampliado con dos tramos más para atender a la gran afluencia de feligreses y se planteó una nueva fachada al modo estético de la época. El arquitecto municipal, Julián Artega, fue el responsable de las obras. De esa fecha también son las preciosas vidrieras que lucen en la parte alta del coro.

En 1978, tras culminar otras obras de mejora y ampliación, la orden religiosa adquirió en propiedad el edificio y su correspondiente terreno colindante. El periplo constructivo de esta fábrica ha dado una configuración de planta de cruz latina formada por tres naves de cuatro tramos, crucero alineado con las naves laterales y cabecera recta. En toda la trama de la cubierta destaca por su finura y originalidad la yesería en el casquete que remata la linterna de la cúpula. En el lado del Evangelio hay un valioso retablo del Crucificado, figura expresivista de hacia 1550, que queda enmarcado por una pintura sobre tabla.

El retablo mayor, de estilo ecléctico, es obra del retablista Fermín Istúriz (1922). En él se venera a una fina talla de medio cuerpo de San Fermín que pudiera ser también de mediados del siglo XVI. Se trata de la figura que se procesiona solemnemente en la conocida como festividad de San Fermín Txikito (25 de septiembre). En el conjunto también destacan las figuras de San José, Sagrado Corazón y los escudos de Pamplona y Navarra.

Aunque en 1255 se documenta que en el lugar el culto lo protagonizaba San Pedro, ya en 1531 aparece como iglesia de San Fermín, atendiendo a la tradición que durante siglos aseguraba que la casa nativa del santo copatrono de Navarra se había situado en ese mismo lugar.

relicario y marfil Otras dos joyas dan, si cabe, más lustre a este hito pamplonés. El relicario de San Fermín, pieza de orfebrería en plata del siglo XVIII en la que destaca su bellísima base repujada. El relicario contiene un resto óseo del santo tras una inscripción que reza S. Firmin M. (San Fermín Mártir) y, en el reverso de la teca, un grabado pintado con la imagen del mismo santo vestido como obispo. También, en un pequeño oratorio privado, se encuentra un precioso Crucificado (55x50 cm) del siglo XVIII, tallado en marfil sobre cruz de carey de origen filipino.

Así pues, ¡viva San Fermín! y gratitud y reconocimiento a Misioneros Claretianos, Corazonistas de devoción, por ser custodios del santo patrón, de su reliquia y del patrimonio artístico e histórico de Pamplona y Navarra.