Villava - El kung-fu es un arte marcial de origen chino que, entre sus objetivos, está el de “entrenar el cuerpo para entrenar la mente y así, desarrollar el espíritu”. Estas palabras son de Francisco Javier Olóriz, Patxi, maestro del estilo Hun Gar Kuen y fundador de la escuela Choom Yi Tong de Villava, la única de Navarra que imparte este estilo y que cuenta con dos figuras de león, necesarias para completar el tercer pilar de la construcción de un buen maestro de esta disciplina. “Tienes que tener un buen golpe, una buena medicina y una buena danza del león”, explica Olóriz. Un baile que exhiben en ocasiones puntuales, especialmente en inauguraciones de negocios, en la que sus alumnos muestran la resistencia que les da el kung-fu.
En su escuela, con sede en el Complejo Deportivo Municipal Martiket de Villava, una veintena de alumnos de 16 a 41 años aprenden los secretos de esta técnica de lucha, con alrededor de 1.500 años de historia. Solo otras dos escuelas (una en Zizur y otra en Ansoáin) imparten este arte, aunque Olóriz asegura que la suya “es la más tradicional”. Por eso cuenta con dos figuras de león de unos cuatro metros de largo cada una. Una gran cabeza negra, color que representa la juventud, “al estilo de un kiliki”, explica Patxi, de la que prende una larga cola de tela cubierta de pelaje. La danza consiste en un baile en torno a una lechuga que cuelga a varios metros de altura. “Simboliza la suerte que hay que atrapar”, concreta Olóriz. Entonces, quien lleva la cola ha de subirse a los hombros de su compañero, sujetando la cabeza, mientras con la boca del león intentar atrapar la lechuga. “La cabeza no pesa mucho, pero la resistencia se demuestra a la hora de aguantar al compañero y no perder el equilibrio, manteniendo la figura bien alta”, añade este maestro, cargo conocido como Sifu en el mundo de esta disciplina.
Estos espectáculos, que se acompañan de una exhibición de artes marciales, son los únicos momentos en los que esta escuela percibe ingresos, “porque el kung-fu se enseña sin ánimo de lucro”, comenta Patxi, ingeniero de profesión. También acompañan desde el año pasado a la cabalgata de Reyes Magos de Villava.
Desde 1991 Olóriz, pamplonés de 46 años, conoció el kung-fu hace un cuarto de siglo de la mano de Juan Cruz, un joven que empezó a impartir clases en el barrio pamplonés de la Chantrea. Patxi conocía la materia “por las películas de Bruce Lee (experto en artes marciales y actor) y la serie de televisión Kung-fu, que estaban muy de moda”. Una época en la que el Internet que conocemos ahora empezaba a desarrollarse y donde la única fuente de información eran revistas especializadas. En una de ellas encontró la dirección de Sifu (maestro) Wong Ping Pui, quien poco a poco lo fue introduciendo en este arte hasta convertirlo en maestro y así fundar su primera escuela, en la Casa de la Juventud de Pamplona en 1995.