ZUBIRI - El valle de Esteribar cuenta desde ayer con una nueva publicación que pretende dar difusión a todas las actividades e historias que acontezcan en sus pueblos. Se trata de la revista Leozka, que toma su nombre de un término del dialecto del euskera antiguo de Esteribar que significa ventana pequeña. “Simboliza lo que pretende ser esta revista, una ventana en cada casa a través de la que ver la realidad social y cultural del valle”, afirman sus impulsores. Detrás de ella encontramos a los verdaderos artífices de esta idea, los vecinos del valle Fabiola Azpilikueta, Ander Magallón, Urtzi Arrieta y Adriana Lanas.
Sus inquietudes como testigos de su valle y su participación constante en asociaciones y colectivos juveniles, les ha empujado a lanzarse en esta aventura, que llevan planeando desde el pasado verano y que no sería posible sin la colaboración del resto de vecinos. “La revista surge de la necesidad de conectar a los pueblos y a las personas del valle, ya que Esteribar geográficamente es muy disperso”, subraya Arrieta. Gracias al apoyo mostrado de la animadora sociocultural del Ayuntamiento, Irantzu, comenzaron a darle forma a la idea, reuniéndose con la gente del valle en busca de una red de colaboradores que ayudasen a definir el contenido de la revista y poniéndose en contacto con otras revistas de Navarra que les trasladaran sus experiencias en los inicios del negocio, ya que desconocían el funcionamiento de una revista y su maquetación.
Finalmente, los cuatro promotores decidieron constituirse como sociedad bajo el nombre de la asociación Kulturibar, gracias a la cual pudieron firmar un convenio con el Ayuntamiento de 8.000 euros, participar en el proyecto de inserción laboral que les ofrecía La Caixa y crear un puesto de trabajo de media jornada, el impulso que necesitaban para ponerse en marcha cuanto antes.
REVISTA TRIMESTRAL El resultado de tantas horas de trabajo se ha convertido en una revista hecha por y para la gente del valle, incluso 25 comercios de la zona y 5 instituciones se han volcado en apoyar económicamente esta publicación que promete ser intergeneracional, para todas las edades. Los impulsores coinciden en la necesidad de apostar por el patrimonio local inmaterial, ya que “queremos poner en alza el valor de los pueblos pequeños y también del euskera, porque este valle ha sido históricamente euskaldun y es una manera bonita de hacer referencia al idioma en el que nosotros vivimos”, asegura Magallón.
Así, cada trimestre del año, coincidiendo con el inicio de las cuatro estaciones, publicarán una revista en euskera y en castellano que repartirán gratuitamente por todas las casas con ayuda de los vecinos. En total, se distribuirán 1.500 ejemplares en versión impresa por todo el Valle y también se podrá consultar online en la recién publicada página web www.leozka.org, que además incluirá vídeos de las entrevistas realizadas.
A lo largo de las 32 páginas que contiene la revista, habrá una variedad de apartados, si bien es cierto que el grueso recaerá en la entrevista a una persona del valle y en el reportaje, que en total abarcan 4 páginas. La revista cuenta igualmente con otras secciones que se repetirán en cada publicación, entre las que destacan las rutas de monte por zonas cercanas y con diferente nivel de dificultad, plantas medicinales del Valle a cargo de Silvia Akerreta, recetas de cocina que envíen los vecinos del valle, pasatiempos realizados por el vecino de Saigots Ioseba Arrieta, la agenda de actividades o la carta, un espacio para que los vecinos puedan escribir sus historias. Tampoco faltará una reseña a la literatura, ya que desde el rincón del libro Irantzu Armendáriz y Jesús María Etxeberría escribirán sobre obras que hayan trabajado en el club de lectura de Eugi. Y, por supuesto, también habrá un hueco para fotografías gracias a la participación del resto de vecinos del valle, que enviarán instantáneas de las actividades que realicen en sus pueblos, así como de otras más antiguas. Con ellas, pretenden crear un archivo a largo plazo para registrar la memoria fotográfica de la vida y costumbres de ayer y de hoy.
NACIMIENTO La recién estrenada primavera recibió ayer con los brazos abiertos a la primera publicación de Leozka. La portada con la que han sacado a la luz el proyecto, que incluye una fotografía de un cordero recién nacido, no es casual, sino que simboliza el origen de la vida al igual que el de la revista. Además, la fotografía que aparezca en la portada siempre va a hacer mención al reportaje principal del trimestre, que en este caso se refiere a la historia de la familia Atekoa, unos artesanos del queso en el pueblo de Iragi. “Queríamos abrir con esta entrevista en euskera porque son una de las pocas familias que aún conservan el euskera propio del valle”, comenta Azpilikueta.
Un bonito proyecto de hermandad en el que todos tienen cabida y que a partir de ahora autografiará la historia del valle de Esteribar.