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La litofilia o el lucido de Dorrea

La litofilia o el lucido de Dorrea

la litofilia, el amor por la piedra vista, es una enfermedad moderna. Todos o casi todos los edificios estuvieron lucidos. Siempre puede haber una excepción.

Los restos de Dorrea estuvieron lucidos con mortero de cal como todas las construcciones; en Dorrea más pobre porque tenían menos posibilidades económicas. La razón es obvia: el lucido iguala/disimula/oculta la piedra de mala calidad, pequeña, irregular, de distinto color, colocada en distintas épocas; además el lucido, esa capa relativamente fina de mortero de cal, protege al edificio del agua, evita que se deterioren las juntas, que arraiguen hierbas, que aniden los pájaros.

Si examinamos una imagen de principios del siglo XX, comprobaremos que en aquel entonces el patín todavía conservaba su revestimiento de mortero de cal, ya que esta tribuna es lo último que se construyó. Además veremos que las plantas primera y segunda sólo conservan restos del guarnecido, muy degradado, porque son más viejas. Y caeremos en la cuenta de que la tercera planta es un mal añadido, construido con pésima mampostería y que esta misma falta de medios impidió que se luciese.