pamplona - Los alumnos de los seis centros educativos situados en el entorno de la calle Monjardín, donde el Ayuntamiento va a poner en marcha el primer corredor escolar seguro de Pamplona, serán los encargados de diseñar y decorar los 21 pasos de cebra que incluye la intervención. Con esta iniciativa, además de mejorar la seguridad vial, el Ayuntamiento busca la complicidad de los centros y el compromiso de los escolares en la movilidad sostenible, de tal forma que sean ellos los encargados de crear los pasos de cebra que diariamente atraviesan para acudir al colegio.

La calle Monjardín tiene un kilómetro de longitud y en sus cercanías se ubican seis centros que suman 5.100 alumnos y alumnas: San Ignacio, Liceo Monjardín, Sagrado Corazón, las escuelas infantiles Ninia Etxea y Kids Garden, y el colegio técnico Carlos III. La vía tiene cuatro carriles con mediana y registra un volumen de tráfico de 25.000 vehículos al día. En los 5 últimos años se han producido 28 atropellos.

“Es como colocar seis colegios en la cuesta de Beloso, donde se registra una densidad de tráfico similar a la calle Monjardín, con la diferencia que por allí no pasan cada día más de 5.000 alumnos”, comentó Jesús Estanga, inspector de Policía Municipal responsable de la Brigada de Movilidad.

En cada centro

El área de Seguridad Ciudadana y Convivencia, tras la reciente reunión mantenida con los directores de los colegios en el transcurso de la cual la concejala Itziar Gómez les detalló el proyecto, ha remitido un informe con las zonas asignadas a cada centro. La previsión es que se pueda realizar a partir de la segunda quincena de abril y en horario lectivo, para lo que será necesario cortar el tráfico en las calles donde los escolares vayan a intervenir.

Cada centro educativo podrá elegir cómo desarrolla el proyecto y los alumnos que lo lleven a cabo. Según comentó el inspector Estanga, el Ayuntamiento se encargará de facilitar los materiales necesarios para el pintado de los pasos de peatones y no se establecerán restricciones sobre la temática, aunque es preferible que los dibujos traten sobre movilidad o cualquier materia relacionada con la docencia o los derechos de la infancia.

Como se observa en el gráfico que ilustra esta información, al alumnado del colegio de los Jesuitas le corresponde el pintado de los 2 espacios situados en la calle Bergamín y un nuevo paso de cebra que se habilitará en la puerta trasera del centro situada en la calle Larrabide.

El colegio Sagrado Corazón deberá encargarse de los 3 espacios peatonales situados en los alrededores, mientras a Liceo Monjardín y escuela infantil Kids Garden les han correspondido 4; a Ninia Etxea 3 y otros 2 al alumnado del centro Carlos III (frente al centro de Salud de la calle Aoiz). Se han dejado 4 espacios sin asignar por si los centros implicados quisieran ampliar la iniciativa.

cambios en el tráfico El proyecto de la calle Monjardín establece diferentes medidas con el único objetivo de garantizar la seguridad de los peatones en la vía y en las calles adyacentes, como habilitar pasos de cebra elevados que obliguen a los conductores a una reducción de carriles y la reducción del espacio que actualmente disponen los coches, que será ganado por los peatones.

Así, los dos carriles de la calle Bergamín junto al colegio de los Jesuitas se convertirán en un único carril al llegar al paso de cebra situado en la puerta principal de acceso al centro (en al cruce con la calle Aoiz). Lo mismo sucederá en la rotonda de intersección entre las calles Monjardín y Valle de Egüés, junto al ascensor de Lezkairu, que perderá uno de sus carriles en las 3 salidas que tiene la rotonda.

En la calle Larrabide, además del nuevo paso peatonal, los aparcamientos en batería pasarán a ser en línea, mientras que en los accesos a la calle Media Luna y calle Aoiz, en su intersección con la calle Monjardín, se colocarán bolardos para reducir la velocidad de los turismos. Para la calle Aoiz la solución que se propone es la llamada acera elevada continua, es decir, la línea a seguir será una prolongación de la acera, que discurra de manera que evite rodeos innecesarios, y el acabado dejará marcado el espacio por donde pasan los vehículos, reduciendo la anchura del rebaje.

Estanga destacó la excelente acogida que ha tenido la iniciativa entre los directores de los centros y el compromiso del área con todo lo relacionado con la movilidad y la seguridad. “Cerraremos las calles cuando los chavales vayan a pintar el espacio. Tendrá un gran impacto y servirá para que aumente su conciencia como peatones”.

En la calle Monjardín se habilitarán pasos de peatones elevados y en las vías de circulación interna dentro del barrio habrá aceras avanzadas, ampliando la superficie de la acera en los pasos de peatones y estrechando el espacio para el tránsito de los coches hasta una anchura de aproximadamente 3 metros por carril, lo que permitirá que el paso de peatones sea más corto.

Estas aceras adelantadas podrán combinarse con pasos de peatones elevados en caso de que la acera esté lo suficientemente elevada como para permitir hacer una rampa que sea un obstáculo. Se colocará también diverso mobiliario urbano ((bancos, árboles, aparca bicis, etc) para que el peatón se vea obligado a cruzar correctamente por el paso de peatones.

los apuntes

Experiencia piloto en Iturrama. Este proyecto llega tras la experiencia piloto puesta en marcha el año pasado en el barrio de Iturrama donde se analizaron 21 pasos peatonales y se actuaron en 8 situados en el entorno de las calles Pintor Maeztu, Pedro I e Iturrama, en el que se encuentran la Ikastola Amaiur y el Colegio Larraona. Se invirtieron 178.000 euros.

Presupuesto. El Ayuntamiento adjudicó los trabajos a cargo de las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) de 2018 a Construcciones y Excavaciones Erri-Berri por un importe de 176.571 euros.