- "Son malos tiempos para la lírica", decía aquél. Los tiempos han cambiado y mucho, sobre todo estas últimas semanas, a causa del coronavirus, del estado de alarma que vivimos y el confinamiento al que estamos obligados. Quizás estos días sean mejores para la lírica, pero está claro que no lo son tanto para otras cosas, por ejemplo para practicar deporte como estábamos acostumbrados antes del COVID-19.

Son muchos los aficionados al deporte que añoran el poder salir a la calle para disfrutar, sudar y desfogarse, entre ellos, los aficionados al ciclismo. Tras el largo invierno, eran muchos los que estaban esperando el buen tiempo, para salir a dar una vuelta en bici, para recorrer kilómetros y kilómetros. Pero justo cuando el buen tiempo empezaba a asomarse ha llegado el coronavirus y ha echado al traste los planes de muchísimos cicloturistas, que han tenido que posponer sus planes, o, los más afortunados, los que disponen de un rodillo o incluso de una bicicleta estática en casa, modificarlos. Todos coinciden, "no es lo mismo, es muchísimo más aburrido", pero aceptan lo que hay, e intentan seguir practicando como pueden el deporte que aman.

En Baztan, este confinamiento también a caído como un jarro de agua fría, pues, apenas unos días antes de decretarse el estado de alarma, el pasado 7 de marzo, el Club Ciclista Baztandarra Txirrindulari Taldea, se presentaba en público. Tras vivir sus mejores años en los 80 y 90, el Club fue a menos, pero hace dos años, gracias al impulso de varios padres y madres, el Club renació, y organizó varios encuentros ciclistas para niños y niñas. Tras el éxito de las citas ciclistas, el año pasado pusieron en marcha un escuela de ciclismo a la que acudieron decenas de aprendices, y este nuevo curso, han pretendido ir más allá, consiguiendo patrocinadores y afianzando su propuesta ciclista. En la presentación del renovado club, al que acudió Miguel IndurÁin, los 64 chavales y chavalas del club recibieron sus nuevos maillots y culotes, y llenos de ilusión, iban a retomar las clases de la Escuela de Ciclismo el 31 de marzo, pero, como es sabido, no ha podido ser.

Las ganas de andar en bici siguen latentes, y desde el club han animado a los ciclistas, ha vestir los nuevos maillots, y grabar vídeos en casa. La respuesta ha sido muy buena, y muchísimos miembros del club se han sumado, con vídeos de todo tipo.

Renacer. El club vivió sus mejores años en laos 80 y 90, pero poco a poco fue a menos. Hace dos años varios padres y madres organizaron encuentros ciclistas, que han derivado en la Escuela Ciclista, puesta en marcha el curso pasado.

64

son los ciclistas de 8 a 14 años que forman parte del Club.