- Con poco calor, algo de recelos y muy poca asistencia, Cintruéngo vivió el inicio de su temporada de verano con la apertura de sus piscinas e instalaciones deportivas. Ayer lunes a las 10 de la mañana sus puertas se abrieron con el horario de verano, desde las 10.00 hasta las 22.00. También se dio acceso al público a otros recintos deportivos como gimnasio, pistas de pádel y salas de actividades.

Estas instalaciones han permanecido cerradas exactamente tres meses desde que entró en vigor el decreto de alarma por la pandemia de covid-19 el 16 de marzo pasado.

Esta primera jornada dejó una escasa afluencia de usuarios en lo que se refiere a las piscinas y tan sólo algunos de los abonados que las utilizan todo el año, caso de la piscina cubierta en invierno, acudieron para entrar ya en contacto con el agua.

También en esta primera jornada se acercaron a las instalaciones algunas personas mayores para solicitar una baja temporal del abono de verano hasta poder vislumbrar con mayor claridad qué podrá pasar, mostrando cierto temor a acudir este verano a la piscina.

Fue la empresa Sedena, encargada de la gestión de estas instalaciones desde 2015 cuando el Ayuntamiento adjudicó la explotación las mismas durante 10 años, la que solicitó al propio Consistorio su reapertura presentando su plan, tanto sanitario como social, ante la nueva situación creada.

Así, el Ayuntamiento que preside Oscar Bea, en el último pleno celebrado el pasado jueves, dio el visto bueno a su reapertura tras el informe favorable tanto técnico como sanitario.

Jesús Adán, responsable de la empresa en Cintruénigo, destacó de esta primera jornada que no percibía miedo en los usuarios "porque existen unas garantías de seguridad", aunque reconoció que existe "cierta expectación que con el paso de los primeros días y la llegada de mejor tiempo espero que el complejo vuelva a la normalidad". Adán destacó de este complejo que el aforo y la capacidad de dichas instalaciones está muy por encima de la asistencia y su uso habitual, por lo que el hecho de que ahora sólo esté permitido el 50% del mismo "no implica que de momento se ponga en marcha la cita previa para determinar franjas horarias". Así, ese 50% del aforo ronda en torno a 480 personas a lo largo de todo el día, algo que es difícil de alcanzar ya que en pleno verano con días de mucho calor "la presencia de bañistas a lo largo de toda la jornada solía ser de unas 800 a 1.000 personas".

El responsable de las instalaciones añadió que se ha puesto en marcha un amplio protocolo sanitario con especial énfasis en "trabajar con unos parámetros más estrictos y concretos en cuanto a la calidad del agua, y sobre todo la desinfección en los accesos al complejo".

Por otro lado, cabe señalar que la empresa Sedena ha solicitado al Ayuntamiento la ejecución del contrato en su totalidad, tal y como en su día se firmó, alegando que estos tres meses de cierre le han supuesto pérdidas económicas. De esa forma, el Ayuntamiento en el pleno acordó solicitar a la empresa un informe justificado de dichas pérdidas para tomar la decisión de asumirlas y, en consecuencia, se tomaría una decisión.

Respecto a las otras instalaciones, las pistas deportivas, las peticiones de reservas para las pistas de pádel, gimnasio, salas de actividades y frontón comenzaron con muy poca actividad, si bien se fueron incrementando a lo largo de la jornada. En general el primer día de apertura de las piscinas se saldó con muy poca afluencia y cierto recelo entre los usuarios.

Mientras Cintruénigo se convirtió ayer en la primera localidad en abrir su piscina, su vecina Fitero, con quien comparte zona de salud una de las más castigadas de Navarra por el coronavirus, ha decidido por razones sanitarias y económicas no abrir sus instalaciones este verano de 2020.