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Ezkaba, el parque más deseado

Después de tres años parado, el proyecto del Parque Comarcal Ezkaba-San Cristóbal vuelve a ponerse en marcha tras superar el escollo del Ministerio de Defensa. Los numerosos montañeros y ciclistas están deseosos de que el proyecto, por fin, vea la luz

Ezkaba, el parque más deseado

El proyecto del parque comarcal en el monte Ezkaba está más cerca de hacerse realidad. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ha logrado esta semana desbloquear uno de los principales escollos: convencer al Ministerio de Defensa, que es propietaria, junto con ocho municipios, de parte de los terrenos de Ezkaba. Desde Defensa han dado el visto bueno porque la redacción final del Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal indica que se regulará el monte sin entrar en quién tiene la propiedad de los terrenos. Este ha sido el principal punto de discusión y la causa de que el proyecto haya estado paralizado tres años. Si la iniciativa llega a buen puerto, además de la red de senderos de montaña y BTT de bicicletas que ya son realidad, se podrá limitar el acceso en coche e incluso se podría visitar el fuerte.

"A San Cristóbal hay que subir andando, ni un coche debe subir. Me parece perfecto todo lo que suponga regular de alguna manera el paso de coches", asegura el montañero Satur Laño. Según él, el que "quiera monte, andando. Para eso está, para subir andando". Su hija, Amaia Laño, afirma que alguna vez que ha subido a San Cristóbal por la carretera, "los coches están pasando constantemente y molesta: es caótico, contaminante y ruidoso". Además, según ella, "es un monte de nada y de corto recorrido" y que por eso no tiene sentido subir en coche: "Mejor subir o bien andando y disfrutar de un agradable paseo o en bici y aprovechar de las maravillosas vistas".

OPCIONES Aritz Domeño también ve con buenos ojos limitar o restringir el acceso a los vehículos privados, pero, si se diera la prohibición, propone una alternativa para aquellos que no quieren o no pueden subir andando: "Un transporte, a poder ser de cero emisiones, para que la gente mayor o con movilidad reducida, porque sino mucha gente se va a quedar sin poder subir". Sin embargo, no todos creen que la fórmula fuese fácil de llevar a cabo: "Es la opción ideal, pero habría que ver si es viable mantener ese servicio. Lo veo muy difícil", dice Asier Berasategi, montañero y primera vez que sube a Ezkaba tras la crisis de la covid-19. Abel Yoldi, amigo de Asier, también ve complicado que funcionase el servicio de transporte, pero apoya rotundamente que los coches no puedan subir: "Los coches manchan el ecosistema. Así que cuanto menos contaminación mejor. Los ciclistas que suben por la carretera hasta la cima de Ezkaba también creen que sería beneficioso. "Subiremos más tranquilos", confiesa el ciclista Carlos Basterra. Añade que, de esa manera, la ya estropeada carretera sufriría menos: "La carretera está hecha polvo y cada vez que pasan los coches la estropean más". Josu también lo ve positivo, aunque no pasa miedo cuando le adelanta un vehículo: "La gente que sube en coche lo hace despacio y con respeto". Para él, el problema de los vehículos radica en que la gente que va en coche "es más propensa a dejar basura que la gente que sube andando o en bici. Suben a montar alguna fiestilla y se queda todo sucio".

Carlos opina lo mismo que sus compañeros ciclistas: "Me parece bien porque Ezkaba es una zona que está muy cerca de Pamplona, con unas vistas muy buenas de la ciudad y a donde mucha gente viene a andar, a correr y a hacer bici", indica. Por eso, aboga por no permitir la entrada de coches y propone un parking "para poder aparcar los coches". fuerte Si el Parque Comarcal se pone en marcha, se podrá habilitar de algún modo el fuerte para que "se pueda visitar", declara Alfonso Amorena, gerente de SCPSA. Satur Laño no cree que se pueda restaurar: "Es casi imposible arreglar el fuerte. Mi hija y yo hemos entrado, antes de que lo tapiaran, a hurtadillas y está todo hecho un desastre". Amaia corrobora a su padre: "Por dentro está todo destrozado y lleno de pintadas". A Aritz Domeño, le gustaría que se hiciese una sala de arte o de exposiciones. Asier Berasategui propone hacer un museo interactivo en el que se explique lo que sucedió en el fuerte de la Guerra Civil: "Que la gente sepa lo que pasó aquí y para que no se olvide nada", asevera.