Inmasc, reiventarse o morir

“Nosotros nos dedicamos al sector del espectáculo. Llevamos casi diez años dedicándonos a esto. Debido a la crisis por la covid-19 este mundo está parado. Como había un escenario muy incierto tiramos de nuestra experiencia anterior en el mundo de la automoción”, explican. Ruth Marco y Aitor Jiménez, fundadores de la nueva empresa de mascarillas Inmasc, ultiman ya los detalles para la inminente apertura de la fábrica. “Pensamos: ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos ayudar en esta situación? En este momento las mascarillas son uno de los productos de los que todavía necesitamos abastecernos del exterior, decidimos apostar todo por esto, tanto nuestro tiempo, nuestra alma, nuestros recursos… Teníamos que diversificar, pero había que salir de esto de alguna manera y si podíamos aportar a la economía y a la sociedad y que consumiera producto local, mejor”.

La fábrica, situada en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, prevé su apertura para este mes de julio y se estima que creará entre 5 y 15 puestos de trabajo. “A nivel de gestionar una empresa y de los procesos de fabricación ya teníamos experiencia tanto en máquina como en procesos productivos. Ha sido un poco desempolvar y reciclarnos. Al final todo conocimiento queda y ya estamos a punto de abrir la fábrica”, asegura.

Una máquina totalmente automatizada producirá entre 80 y 120 piezas en un minuto, lo que equivale entre 1 y 3 millones de mascarillas al mes. Habrá entre 3 y 4 personas en ella encargadas de la primera parte de la fabricación, el montaje de las capas, tras esto el producto pasa por otras dos líneas independientes entre ellas, en las que se sujetan las gomas en las mascarilla. Una vez finalizado, directamente se embala y se mete en cajas, listo para su distribución, describen.

Aunque Marco admite que esta negocio implica un alto nivel de incertidumbre, “como en todos los negocios, hay una gran parte de incertidumbre pero lo hemos analizado a través de un estudio de mercado y, para mala suerte de todos, la realidad es que este virus va a quedarse y el uso habitual de mascarilla higiénica se va a establecer. Como se estableció en oriente hace mucho tiempo”.

La joven emprendedora confía en el factor diferenciador de su producto, la producción local, “nuestra fabricación es en Tudela y estamos apostando también por proveedores nacionales. Nuestra idea también sería fabricar nuestra propia materia prima pero eso ya hay que mirarlo a más largo plazo”. Y aunque prefiere predecir a corto plazo y enfocarse de momento en clientes locales, como empresas con muchos trabajadores con la obligación del uso de una mascarilla por día, no descarta ampliar el negocio a través de la personalización del producto y de la exportación a otros países, “a medio plazo es nuestra idea. Lo primero que queremos es abastecer tanto la zona de la Ribera, como la de Tarazona y Zaragoza. Todo lo que podamos llegar en un ratio de unos 300 kilómetros. Aunque a nivel nacional ya tenemos varios pedidos en espera para proveer a diferentes sitios de España”, concluye.

Tal y como afirma ahora su objetivo principal es empezar con la producción y poco a poco ir viendo que mejoras y variantes se pueden dar a su producto, ya que, como admite, esta situación es tan variable que ha hecho cambiar el método de producción de las mascarillas en varias ocasiones, ”lo que pensábamos producir hace dos meses no tiene nada que ver con lo que vamos a producir ahora”.

Además de abastecer directamente a grandes empresas de la zona, “nuestros clientes principales son negocios en los que es necesario el uso diario de mascarilla durante el trabajo, ya que aunque los precios varían mucho, a grandes cantidades nuestros precios son muy competitivos”, Inmasc abrirá su tienda online para que cualquier particular o pequeña empresa se beneficie de este servicio. De hecho tal y como afirma se están gestionando ya las primeras reservas a través del correo electrónico info@inmasc.com.

“Decidimos apostar todo por esto, nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestro alma...”

Cofundadora de Inmasc