- En 1920, Pablo Arambillet Oficialdegui era el ebanista de Artajona. Se encargaba de hacer los muebles de encargo a los habitantes del pueblo. Dada la afición que tenían su cuadrilla y él por el deporte de la pala, comenzó a fabricar las herramientas y vio que ese trabajo podía prosperar. Y vaya si lo hizo.

Tres generaciones más tarde y cien años después, Fabricados Deportivos Arambillet sigue vivo con los primos Carlos Manuel Arambillet Buzunáriz y Alberto Arambillet Esparza, nietos de Pablo, y Tasio Guembe, el tercer trabajador de la empresa. Entre medio, los hermanos Pablo y Carlos Manuel Arambillet Jaurrieta, la segunda generación.

Hoy en día, se dedican a la fabricación de todas las especialidades de pala, excepto la paleta goma argentina. Son la base de un deporte que se juega habitualmente en frontón con paleta goma -incluye la infantil, la colegial, y la adulta-, paleta cuero, pala corta y pala larga.

A cada cual es más pesada, más gruesa y estrecha para adaptarse a las diferentes pelotas con las que se juega. Todas las palas llevan la estampa de Arambillet y este año le han añadido el sello especial de los cien años. Además, también han sacado un vino tinto con la marca Arambillet.

Son los principales productores junto con la marca bilbaína Euskalduna. Carlos reconoce que "es un negocio pequeño. La mayor demanda se concentra en Pamplona y Donostia". A pesar de que la pala no es un deporte que goce de mucha fama en toda España, se extiende por varios países sudamericanos y norteamericanos. "Nos llegan pedidos de Navarra, País Vasco y La Rioja en España y del sur de Francia. Algo suelto en México, Cuba, Argentina, Uruguay y Chile, pero muy poco. También de California, donde hay un centro cultural vasco", comenta Carlos.

Sus palas han pasado y pasan por las manos de los más grandes del deporte, como los navarros Óscar Insausti, Miguel Ángel Urós Txiki o el riojano Juan Pablo, oros olímpicos en Barcelona 92, donde la pelota vasca fue deporte de exhibición.

En la actualidad, algunos de los palistas que las usan son campeones del mundo como los navarros Mikel Sanz y Javier Labiano, Emiliano Skufca o los franceses Dan Necol y Sylvain Brefel.

El periodo en el que tienen más demanda suele ser septiembre, coincidiendo con el inicio de la temporada, y enero. Carlos admite que "el verano es flojo".

Lo que se presentaba como un año para disfrutar del centenario del negocio, se ha convertido en una pesadilla por culpa de la covid-19. "En el tema de la empresa, la pandemia ha afectado mucho. Estuvimos 77 días cerrados por ERTE y facturando cero", cuenta Carlos.

Pero lo más duro llegó en el plano personal. Uno de los dos miembros de la segunda generación de la empresa, Carlos Manuel Arambillet Jaurrieta, padre de Carlos y tío de Alberto, falleció a causa del virus el 29 de marzo, en pleno confinamiento. Su hijo se emociona al recordar esos duros momentos que atravesó la familia. "El año del centenario esperábamos que iba a ser una fiesta, algo muy bonito, pero ha sido muy malo. El coronavirus ha sido un palo muy duro con el negocio cerrado y la muerte de mi padre", explica Carlos.

El material con el que se hacen las palas es madera de haya. Carlos Arambillet define el proceso en "marcar en los tablones y trabajarla". Si bien, Carlos afirma: "Hacer una pala tiene sus trucos. Hay que buscar la madera buena y saber hacerlo". Por ejemplo, "la pala corta tiene que pesar entre 780 y 800 gramos, un margen pequeño. Hay que tener en cuenta que tiene que aguantar una pelota de 85 gramos a 200 km por hora", relata.

La madera de haya la traen de diferentes puntos de Navarra como Urbasa, Quinto Real o también de Francia e incluso de Bélgica.

Entre los trozos de hayas que les llegan, han tenido alguna que otra sorpresa. La más curiosa está protagonizada por el desembarco de Normandía. "Hubo una temporada que trajimos madera de Normandía. Tenía metralla y balas blindadas dentro", recuerda Carlos. La brutal batalla que tuvo lugar en la costa francesa en la Segunda Guerra Mundial repercutió de manera indirecta en Fabricados Deportivos Arambillet. Carlos manifiesta: "Nos fastidió sierras por un tubo".

No ha sido el centenario que Carlos, Alberto y Tasio habrían deseado. La covid-19 no ha permitido disfrutar a este negocio familiar de celebrar sus larga vida como debería. No obstante, cumplir cien años siguiendo la tradición del abuelo y siendo la base de un deporte como la pala es motivo para estar contentos.

"El año del centenario esperábamos que iba a ser una fiesta, pero ha sido muy malo por la pandemia"

Dueño de Fabricados Deportivos Arambillet