La plaza de Navarra no presentó ayer la imagen propia de un 14 de agosto: miles y miles de tafalleses aguantando la respiración antes del inminente inicio de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción (15 de agosto) y a San Sebastián (16), ambos patronos de la ciudad del Cidacos. Aún así, las terrazas acogieron a algunas cuadrillas que no se quisieron perder el tradicional almuerzo. A las doce del mediodía, un cohete se lanzó desde un balcón de los aledaños, que no dio el pistoletazo de salida a siete días de fiesta, pero al que la gente que estaba en las terrazas respondió con aplausos y silbidos. Todas ellas se quedaron con las ganas de alzar sus pañuelos al grito de "¡Viva Tafalla! Gora Tafalla!
Uxua Ros y su cuadrilla, sentados en mesas separadas para respetar la distancia de seguridad y no amontonarse más de 10 personas, disfrutaban del almuerzo en el Restaurante Tubal: "Lo hemos mantenido por tradición. Porque, aunque no haya fiestas, el 14 de agosto es el 14 de agosto. Así que aquí estamos", explicó Uxua. Tenían la intención de "ver un poco el ambiente" y después se irían a casa. "A la noche no saldremos por responsabilidad, porque no toca", avanzaron.
José Mari Merino almorzó con sus amigos en el Bar Rafael: "Las tradiciones hay que mantenerlas. Es una cosa sentimental que llevamos haciendo toda la vida y al final, con sentido común, se pueden hacer muchas cosas", aseguró José Mari. Después se darían "una vueltica con tranquilidad y tomaremos algo, pero siempre teniendo presente lo que está pasando", afirmó.
Javier Sánchez y Sergio Aznar esperaban sentados, y vestidos de blanco y con el pañuelo rojo, a que el reloj del Ayuntamiento diera las doce en punto del mediodía: "Ahora estaríamos tirando kalimotxo, todos con las camisetas blancas manchadas y muchísimo más entonados", recordó con nostalgia Javier. Estamos bastante fastidiados, pero el año que viene el doble, a fuego, sin dormir ninguna noche", añadió.
POCAS COMANDAS En el bar Rafael la mañana era bastante tranquila y "solo hemos servido un almuerzo a cinco personas", indicó Rafael Gutiérrez, dueño del establecimiento. El panorama mejoraba a la hora de comer: "Tenemos bastantes reservas, pero también ha habido muchas cancelaciones durante estas dos o tres últimas semanas", comentó. Para hoy y el domingo tenían "un buen número de reservas", pero "entre semana prácticamente nada".
El restaurante Tubal tampoco tuvo mucho trajín: "La mañana ha sido muy floja. Tampoco solíamos dar muchos almuerzos, porque nosotros solemos trabajar más el vermú, pero aún así no tiene nada que ver con lo que es un día 14 en Tafalla", aseguró Nicolás Ramírez, dueño del Tubal. Para comer la situación era parecida: "Hay menos reservas que ayer y las que tenemos no son las habituales de fiesta y de gente del pueblo", confesó. Hoy, día de la Virgen, el Tubal va a servir unas 140 comandas de cuadrillas, "pero es que el año pasado dimos de comer a 280 personas", señaló.
La menor carga de trabajo tiene repercusión en la plantilla y es que "en fiestas doblamos o triplicamos el personal. El año pasado tenía trabajando a 45 personas, este a 15", apuntó.
En el bar Cuatro Esquinas "no se podría entrar y mira cómo está hoy", indicó Luz Mery Restrepo, dueña del establecimiento. Luz no esperaba mucha clientela: "Muchos de los habituales se han ido de vacaciones a Salou y Francia de bungalows para no estar en el ambiente. Prefieren estar fuera y no vivir estos días sin fiesta, que para muchos es muy duro. Desde el Cuatro Esquinas no esperaban problemas, pero si se dieran, lo tenían muy claro: "A la mínima que los clientes no estén respetando la distancia social de seguridad o se les olvide estar con la mascarilla, cerraremos de inmediato aunque sea antes de las 12", avisaron.
A LAS 12, CERRADOS El 5 de agosto el Gobierno de Navarra adelantó dos horas el cierre de espacios hosteleros, sociedades gastronómicas y ocio nocturno durante las "no fiestas" en todas las localidades navarras, de forma que estos locales deben cerrar sus puertas para las 12 horas de la noche.
Los hosteleros de Tafalla aseguraron que esta nueva medida la iban a notar: "Nos va a afectar porque nosotros solemos dar más cenas en la terraza que dentro del restaurante. Esa gente se queda fuera a echar el cubata y ahora muchos no lo harán porque tenemos que cerrar", comentaron desde el Tubal.
Asier Marco, camarero del disco bar Astur, opinaba lo mismo: "Te limita, más teniendo una sala abajo que hace de discoteca, pero estamos abiertos desde primera hora de la tarde, que es cuando suele haber cubateo de sobremesa y habrá que aprovechar", comentó. Eso sí, anunció que no abrirían en la noche de ayer "por responsabilidad".
Otro establecimiento que no abrió es el Bar Pasadizo: "No nos vemos capaces de controlar la gente que venga a nuestro bar a echarse unas copas. No queremos ningún problema así que mejor no abrir. Lo que perdemos lo ganamos en salud", afirmó Alexander, trabajador del bar.
"Hoy voy a servir 140 comandas, cuando el año pasado vinieron a comer 280"
NICOLÁS RAMÍREZ
Dueño del restaurante Tubal
