La calle Aralar, la carretera NA-1300 que atraviesa el núcleo urbano de Lekunberri, es el punto más conflictivo según se desprende del diagnóstico urbano realizado en esta localidad para detectar las necesidades relacionadas con el diseño urbano del municipio. Se trata de un proceso participativo llevado a cabo el pasado otoño, condicionado por las restricciones sanitarias puedas en vigor por la Covid-19, que busca un Lekunberri más amable, según destaca el alcalde, Gorka Azpiroz.

Lo cierto es que esta vía, cuya titularidad es del Gobierno de Navarra, divide en dos el núcleo urbano. Según este estudio, el 70% de los vecinos y vecinas consultadas consideran que esta carretera es peligrosa y preocupa sobre todo la velocidad de los coches, la sobrecarga de tráfico y los inadecuados estacionamientos, este último un problema que también se percibe en otras zonas. “Se consideran prioritarias las medidas y negociaciones para poder convertir esta vía en travesía, con el fin de priorizar a los peatones y fomentar la movilidad activa mediante la integración de carriles bici y adecuación y garantía de los recorridos a pie”, se destaca en el diagnóstico. También la necesidad de tomar medidas relacionadas con la reducción de la velocidad y la reorganización de aparcamientos y de terrazas en la zona de bares.

Otro reto que se desprende del diagnóstico es mejorar la convivencia entre bicis, coches y peatones. Para ello, se considera necesario fomentar el uso de la bicicleta y se plantea extender el bidegorri existente en la zona suroeste a la zona noroeste. También sensibilizar a la población sobre la importancia de cambios de hábitos en la movilidad.

PROCESO PARTICIPATIVO

Si bien en un principio se plantearon tres sesiones abiertas a la ciudadanía, solo se puedo celebrar una de manera presencial, con un encuentro con agentes. Después, de forma online, se realizó un mapeo colectivo para identificar las características positivas y negativas de los diferentes lugares. Participaron 17 equipos y se recibieron 102 aportaciones. El análisis se completó se articuló un último bloque de participación con diferentes herramientas como píldoras pedagógicas y preguntas, difundidas a través de redes. Se recogieron 136 aportaciones.

El objetivo general del diagnóstico era definir unas líneas de actuación que permitan adecuar progresivamente los espacios públicos a las necesidades reales de todas las personas, desde una mirada inclusiva y diversa. “Los resultados refuerzan la idea de mejoras emprendidas por el Ayuntamiento”, señala el alcalde, al tiempo que apunta que el diagnóstico será un soporte fundamental para acometer proyectos de mejora o, al menos para la planificación. También puede ser una “hoja de ruta para la evaluación ciudadana de la capacidad de escucha del Ayuntamiento y la capacidad de hacer realizada la voluntad ciudadana”, apunta.

SOLUCIONES A CORTO PLAZO

A corto plazo, el Ayuntamiento prevé dar solución a antiguos problemas como los del pavimento del sector 13 o la calle Iturritak. Asimismo, Azpiroz recuerda que se han avanzado las negociaciones para solucionar los pisos de Iturriburu y que se han triplicado las horas del servicio de arquitectura. “Sin aumentar el coste se ha mejorado el servicio de la ciudadanía y a los proyectos del Ayuntamiento”, destaca.

Por otro lado, observa que el estudio, con un coste de 15.000 euros, se ha financiado íntegramente con una subvención del Gobierno de Navarra. Se puede descargar en la web municipal www.lekunberri.eus.