la Media Luna y el entorno del baluarte de San Bartolomé constituían una zona casi totalmente carente de vegetación. Esto derivaba probablemente de su antiguo carácter militar, con las consecuentes restricciones al arbolado, pues los militares no querían alrededor suyo ningún elemento donde pudieran esconderse "los enemigos". Tal cual.

El baluarte de San Bartolomé había sido construido en el siglo XVIII, cuando Pamplona era considerada "plaza militar", y pertenecía a una tipología de fuerte denominado "luneta" o "media luna", de donde proviene el nombre del lugar. Las obras de formación del parque de la Media Luna fueron aprobadas por el Ayuntamiento el 22 de julio de 1937, momento a partir del cual comenzó a adquirir su fisonomía actual. La fotografía nos permite ver el fortín, y detrás el baluarte de Labrit, el convento de la Merced, y las torres de San Agustín y de la catedral.

, y a primera vista al menos, las planchas de cemento escalonadas, siguiendo el itinerario de la muralla, son el único elemento perfectamente identificable de la fotografía de 1943. Y eso que en los 78 años transcurridos entre ambas imágenes el pavimento ha sido recubierto por imaginativos adoquines, y el peligroso borde sobre el cortado del río ha sido acertadamente cerrado por una barandilla de color "verde-Pamplona".

Así las cosas, el mayor y más visible cambio viene dado sin duda por la extraordinaria proliferación del arbolado, que justamente deja vislumbrar los perfiles del fortín de San Bartolomé. El baluarte de Labrit, el convento de la Merced, las torres de la catedral y de San Agustín y el resto del caserío quedan, en cambio, totalmente ocultos. Apartado y solitario, sombrío y casi siempre fresco, este es uno de los lugares de paseo favoritos para muchos sabios pamploneses..