La prostitución se ha ocultado en los pisos particulares durante los últimos años. Allí, el problema se vuelve invisible tanto para las autoridades como para los ciudadanos. Pero el sufrimiento de las mujeres no desaparece. Varias ONG como Acción contra la Trata o Médicos del Mundo estiman que hay unos 120 pisos en los que se ejerce la prostitución en la Comunidad Foral. De hecho, Médicos del Mundo ha actuado hasta la fecha en 116, pero se trata de una labor complicada debido a la gran rotación de los domicilios, que además son muy difíciles de detectar.

La decadencia de los prostíbulos tradicionales es clara. Según el estudio Prostitución y exclusión social realizado por la UPNA, hace diez años había 29 clubes de alterne repartidos por toda la geografía navarra. Hoy, tan solo quedan 16 y se encuentran en una clara decadencia. El modelo de negocio se ha orientado hacia los pisos particulares, donde la protección aumenta tanto para los consumidores como para los propios proxenetas.

Actualmente, se calcula que, entre pisos particulares, clubes de alterne y personas que ejercen en la calle, el número de mujeres en situación de prostitución podría oscilar entre las 700 y las 800 en Navarra. Para que se hagan una idea, llenarían dieciséis veces el Parlamento Foral.La gran mayoría, nigerianas

En cuanto al perfil de las mujeres, la mayoría de ellas (en torno al 64%), proceden de Nigeria y tienen edades comprendidas entre los 18 y los 29 años. Desde el Ayuntamiento de Pamplona también se ha constatado un volumen importante de mujeres procedentes de China, de las que, en su mayoría, no se han podido recabar casi ningún dato.

Lo que está claro es que el coronavirus ha provocado una nueva crisis económica que ha impactado con mayor virulencia en los sectores más vulnerables de la sociedad. Muchas mujeres en una situación precaria se han visto obligadas a volver a ejercer la prostitución para satisfacer sus necesidades básicas y las de sus familias. La pandemia ha empeorado sensiblemente la situación de estas mujeres, confinadas en condiciones deplorables junto a sus maltratadores, poniendo en riesgo su salud y sin opciones de obtener ayuda desde el exterior.

Entre los factores de vulnerabilidad de estas mujeres, destacan la falta de oportunidades, la necesidad de sustentar a sus familias e incluso ser las hijas mayores. La psicóloga de Acción contra la Trata Satoko Kojima lo ejemplificó con un testimonio obtenido en una de sus entrevistas. “Yo quería ser abogada, pero tenía que mantener a mi familia. Además, era la mayor de siete hermanos, así que a los 14 años tuve que dejar de estudiar para ayudar a mis padres y mandar dinero. Creo que fui el cordero a sacrificar y que actué como una madre”.

Instituciones y ONGs trabajan para facilitar la salida de estas mujeres de la prostitución. Una labor en la que se encuentran con diversas dificultades como las amenazas a las mujeres y sus familias, el temor al vudú (especialmente en el caso de las nigerianas), el desconocimiento del idioma, la falta de alternativas económicas, el miedo a la policía, el pánico a ser expulsadas del país o la presión familiar por el dinero.

Jornadas de salud mental

Estas son algunas de las conclusiones que se han obtenido tras la celebración de la primera Jornada de Salud Mental en atención a mujeres de situación de prostitución y trata, organizada por Acción Contra la Trata, en colaboración con el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI/NABI) y el Gobierno de Navarra y diferentes asociaciones como CEAR, ACOAD, Médicos del Mundo, Cruz Roja y Ehuleak.

El evento tuvo lugar este martes en el Civican de Pamplona, con aforo completo -unas 100 personas en la sala- y emisión también a través de la página web. En él, Satoko Kojima, psicóloga y técnica de Acción contra la Trata, presentó su estudio titulado Mujeres en situación de prostitución y trata en Navarra: salud mental y atenciones desde los recursos existentes.

Por último, la jornada albergó varias mesas redondas en torno a distintas aproximaciones respecto a la salud mental de estas mujeres y la atención psicológica que se brinda desde diferentes entidades en Navarra que trabajan por erradicar la prostitución y la trata.

Lo que está claro es que todo este sistema de explotación se sostiene gracias a los consumidores. La sociedad normaliza esta cultura de la prostitución y estigmatiza a las mujeres. Nadie se atreve a hablar de lo que pasa. En Navarra, hay entre 2.000 y 2.500 consumidores al día y que, en palabras de Sara Vicente, portavoz de PNAP (Plataforma Navarra de Mujeres por la Abolición de la Prostitución), “no han dejado de acudir a la prostitución ni siquiera con las medidas más extremas de confinamiento”.

Cabina en la Plaza del Castillo

La plaza del Castillo de Pamplona contará desde este jueves 23 de septiembre, Día Internacional contra la Trata y la Explotación Sexual de Mujeres y Niñas, con una cabina informativa que ofrecerá datos sobre la situación en Navarra, recursos a los que pueden acudir las mujeres y la normativa que recuerda que la trata es delito.

De esta forma, el Ayuntamiento de Pamplona, bajo el lema 'No lo escondas', quiere "denunciar la invisibilidad de la situación de mujeres que viven en situación de trata y explotación sexual en el entorno más cercano, así como el ocultamiento de quienes favorecen o hacen uso de la misma".

En este sentido, la Comisión de Asuntos Ciudadanos del Consistorio ha aprobado este martes una declaración sobre este día en la que se ha recordado que "las víctimas de la trata son captadas, transportadas o alojadas mediante engaño, aprovechando su situación de vulnerabilidad o utilizando la fuerza, con el propósito de obtener un beneficio de la explotación".

La cabina estará instalada hasta el 3 de octubre junto a la esquina con el paseo de Sarasate, frente al número 26. Dentro se colocarán tres paneles informativos. Uno destinado a recordar que la trata es delito y supone una manifestación de violencia hacia las mujeres, tal y como lo avala un amplio marco normativo internacional, europeo, estatal, foral y municipal, ha explicado el Consistorio pamplonés en una nota.

Por su parte, el segundo panel proporciona datos sobre las realidades de estas mujeres procedentes del informe de 2019 del 'Acuerdo interinstitucional para la coordinación ante la violencia contra las mujeres en Navarra'. Y el tercer panel recoge recursos de entidades públicas y sociales y para el acompañamiento y asistencia a mujeres en situación de trata.