Lanas, pinturas, pinceles, papel, el cuerpo y la voz para “conseguir un mejor estado de vida”. Ana Rosa Sánchez Velasco y Celia Palacio Ochoa realizarán este viernes en el Civican de Pío XII, de 16.30 a 21.00 horas, una jornada de acercamiento a la arteterapia.

En primer lugar, Ana impartirá una charla introductoria en la que explicará el marco teórico y cuáles son los pilares en los que se basa esta terapia. “Es una vía de trabajo que construye un espacio físico, en el que hay unos materiales artísticos y cotidianos, donde se promueve la mejora de la persona a través de sus capacidades”, explica Ana.

Para conseguir este objetivo, la arteterapia se sustenta en tres pilares: la capacidad de creación y el potencial de las artes, la construcción del espacio conjunto y el vínculo y la relación. “Tratamos que sea un encuentro creador, sin presuponer nada de las personas que tenemos delante, escuchándolas y promoviendo que sean ellas las que encuentren su forma de ser, crear y estar”, especifica Celia. Esta terapia, señalan, se fomenta en el ámbito educativo, social y sanitario.

Celia se encargará del taller, “un espacio para la experiencia artística y humana”, en el que los participantes se pondrán en contacto con los materiales y la libre creación. “Se promueve que la persona pueda decidir qué materiales quiere coger y qué quiere hacer con ellos para que así encuentre su propio modo de crear”, señala. Pero aclara que esa relación no es puramente estética: “Los materiales se pueden romper, pegar, separar… Lo que se quiera.

La intención no es crear una obra, sino promover que la persona encuentre nuevas maneras de relacionarse con su vida”. En la misma línea, ahonda Celia, la arteterapia no es “solo pintar, también es jugar con la mirada, con gestos, con ritmos y hasta con palmadas”.

“La arteterapia tiene una virtud maravillosa y es que no requiere de la palabra para poder expresar tu mundo interior y complementa el trabajo que se realiza desde los hospitales o los centros de salud mental. Aporta una mirada más y ayuda a ver lo que le sucede a la persona”, subraya Ana.

¿Y qué papel juega el arteterapeuta? Ana indica que trabajan en un marco terapéutico a través de la “escucha activa desde que se abre la puerta hasta que se cierra. Vamos a acompañarlos, desde la escucha, a que encuentren maneras de poder estar mejor”.

Su labor, puntualiza Ana, cambia totalmente dependiendo del ámbito en el que se encuentren: “No es lo mismo salud mental que educación, que personas mayores o personas con dolor crónico”.

Ana y Celia presentan la charla y el taller de esta tarde desde la Asociación de Arteterapia Grefart y les gustaría que no se quedara en una simple jornada. “Somos tejedoras porque intentamos difundir la arteterapia en muchos ámbitos y a partir de ahí veremos qué se puede sembrar”, aseguran.

Por ejemplo, esta tarde se acercarán personas del ámbito educativo y afirman que se podrían desarrollar proyectos en colegios: “Si el profesor conecta con lo que es capaz de crear y transmitir sin palabras, también va a poder escuchar de forma diferente a sus alumnos” defiende Ana.

Proyectos

Además de trabajar en Grefart, Ana y Celia trabajan en distintos ámbitos. En el caso de Ana, trabaja a las mañanas como arteterapeuta en Mentalia Pamplona, una clínica de salud mental situada en Olave que está especializada en personas con trastorno mental grave y centra su trabajo en la recuperación.

También ejerce como arteterapeuta en Isterria, un colegio de educación especial, ubicado en Ibero, en el que se forman personas con discapacidad intelectual. Además, se sacó el máster de arteterapia y educación artística para la inclusión social en la Universidad Complutense de Madrid y es profesora de prácticas en el postgrado que oferta Grefart.

Por otro lado, Celia es autónoma y trabaja por proyectos. Por ejemplo, participó en un programa que trabajó con mujeres monomarentales en Pamplona “para facilitarles un espacio de respiro porque estaban muy necesitadas después de la pandemia”.

Por todo ello, ambas piden que se valore “la arteterapia profesional” ya que opinan que la sociedad no sabe realmente en qué consiste su trabajo. “Una profesora pone mandalas a los alumnos y ya se cree que es arteterapia. No, es una profesión seria que requiere de años de formación”. En este sentido, destacan que el informe 67 de la OMS concluye que la prácticas de las artes mejora la salud y el bienestar de las personas.