El colectivo Ecologistas en Acción ha llamado al atención sobre el coste que tendrá para las arcas municipales el futuro Barrio de Gardachales ya que, pese a ser una inciaitva privada, el mantenimiento de las calles y del parque central de 40.000 metros cuadrados será responsabilidad del Consistorio. Además hacen hincapié en la necesidad de recuperar la "ciudad construida" y no crecer hacia modelos urbanísticos que proceden de la época de la "burbuja inmobiliaria y que colisiona con lo que Tudela, su medio ambiente y sus habitantes necesitan". Para este colectivo, el proyecto que abandera el arquitecto Rafael Moneo "mantiene errores del pasado" y lamentan que desde el Ayuntamiento "se siga apoyando una iniciativa de promoción privada". A su entender la política municipal ha de ir por recuperar su casco antiguo y por intervenir, en la ciudad ya existente: barrios de Lourdes o Griseras, entorno de la avenida de Zaragoza o c/ Juan Antonio Fernández, entre otras zonas.

"Tudela no necesita crecer más, sino mejorar la calidad de lo existente. Sin embargo, en Gardachales se va construir una gran urbanización con casi 3.500 viviendas nuevas (en edificios de hasta doce alturas), para unas 10.000 personas".

Por todo ello, para Ecologistas en Acción, Gardachales se convierte en un "nuevo e innecesario barrio que cuando esté construido hará que se amplíen las responsabilidades de gasto de las arcas públicas" y destacan que su construcción implica la demolición de una obra que tiene menos de 20 años como es la entrada a Tudela por la avenida de Zaragoza, "nos parece mal que se dilapide el dinero de esta manera, demoliendo obras ejecutadas hace pocos años".

El Barrio de Gardachales, cuyas 50 hectáreas son propiedad de 60 personas, empezó a gestarse en 2002, "los años del pelotazo urbanístico" y se aprobó en 2008, cuando se estaba planteando en la EMOT una Tudela con 20.000 viviendas nuevas (para unos 100.000 habitantes), "y ese espíritu de negocio inmobiliario sigue caracterizando al actual proyecto. Porque en Tudela no hace falta suelo urbano para construir casi 3.500 viviendas nuevas (1.533 previstas en la primera fase, con edificios de hasta doce alturas junto al gran parque central). Tampoco hace falta ese gran e inmenso parque fuera de escala que se nos vende como la joya del barrio y que luego generará un coste de mantenimiento inasumible, porque tenemos parques céntricos que el Ayuntamiento no es capaz de tener en buen uso o zonas verdes como Santa Quiteria, el Cerro de Santa Bárbara o todo el entorno del Ebro que están totalmente abandonados".