Los hermanos Aaron Lerga, de 19 años, y Saúl Lerga, de 16, son vecinos de Orísoain, una localidad de la Valdorba de 80 habitantes, y ambos tienen claro que es ahí donde quieren echar raíces. A pesar de que residir en un municipio rural tiene sus trabas, los jóvenes aseguran que son muchos más sus beneficios. "Lo que nos aporta vivir aquí es sobre todo la tranquilidad. En Orísoain tenemos a nuestra familia y a la cuadrilla de toda la vida, que para nosotros es todo", asegura el mayor de los hermanos.

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Otra de las ventajas que destacan de vivir en un entorno rural es la cercanía con las personas que viven alrededor. "Aquí el trato es mucho más cercano, tanto con vecinos como con la gente de los pueblos de alrededor. El conocerte de toda la vida hace tener una unión más especial", cuenta Aaron.

Los hermanos son amantes de la naturaleza y residir entre campos es otra de las cosas que más les gusta. "A mi hermano y a mí nos gusta mucho el monte y hacer deporte al aire libre y aquí lo tenemos nada más salir de casa", asegura Aaron. Además, ambos han apostado por estudiar oficios del sector rural, Aaron Agroforestal, para lo que va a opositar este año, y Saúl un grado medio de Agropecuaria. De esta forma, los jóvenes seguirán la tradición familiar del trabajo en el campo, que es lo que han visto desde muy pequeños.

Aaron y Saúl tienen que desplazarse a la capital, a una media hora de su casa, para estudiar y para otros servicios como ir al médico o realizar gestiones y compras, pero ambos aseguran que merece la pena vivir en su entorno.