En la comarca de Auñamendi, a 31 kilómetros de la capital navarra, se encuentra el Valle de Erro, una de las zonas donde las altas temperaturas han hecho mella.

Antes de ayer, el alguacil, Xabi Zia, se vio en la obligación de aplicar unas cuantas medidas para hacer frente a la sequía. El manantial que abastece a Lintzoain, Bixkarret y Mezkiritz escasea de agua, y visto las temperaturas que se preveen para los próximos días, los vecinos no tendrán otro remedio que acatar las medidas. Hasta nuevo aviso, está prohibido regar huertas, invernaderos o jardines privados.

Además, a partir de las 22.30 horas de la noche hasta las 08.00 horas de la mañana no disponen de agua en las casas, de ahí que muchos opten por coger en garrafas y pozales el agua de la fuente, que viene de otros manantiales como del puerto de Mezkiritz.

Joaquín Linzoain, vecino de Bixkarret, muestra sus alubias. Unai Beroiz

“No te das de cuenta de la importancia que tiene el agua hasta que un día te levantas abres el grifo y ves que no llega”, afirma Zia. Los vecinos que almuerzan en el restaurante Dena-Ona prefieren relativizar los hechos. “Tampoco nos afecta tanto el que corten el agua de 22.30 horas a 08.00 horas. Para las once todos estamos en la cama”, confiesan. Aún así recalcan que “siempre hay alguno que no respeta las normas”. Algo de lo que da fe Zia. “Solo ha pasado un día desde que se pusieron en vigor las medidas y ya hay gente que me pregunta cuándo podrán regar las huertas”, comenta. Una reacción del todo comprensible si se tiene en cuenta que llevan un año entero trabajando para cosechar lo sembrado, y que es la primera vez que la sequía les invade tan temprano.

El nacedero Lastur escaso de agua. Unai Beroiz

Hasta ahora, el verano lo pasaban sin incidentes, y en septiembre, cuando el agua comenzaba a escasear, las precauciones que tomaban eran mínimas. Este año no es el caso. Dada las urgencias, Bixkarret, el pueblo más alto de los tres perjudicados, ha necesitado cuatro camiones cisternas de 18.000 litros de agua para llenar su depósito y así, poder realizar las necesidades básicas con tranquilidad. Maquinarias que se llenaron en Erro y Espinal y que han sido claves para que el dosificador automático de cloro vuelva a funcionar. En los próximos días, se instalará una bomba desde la fuente Larregutxi, que está cerca del albergue de Sorogain, hasta el nacedero Lastur. A largo plazo, no se descarta utilizar la fuente, que se encuentra debajo del monte Adi para dar solución al problema que se está agrandando. “Pese a ser pequeños, Mezkiritz, Bixkarret y Lintzoain son pueblos que tienen mucha vida. Hay albergues, granjas, huertos, incluso, invernaderos, y todos, de una forma u otra, necesitan agua para salir adelante”, dicta Zia. Joaquín Linzoain, se suma a la idea. “Yo tengo huerto y temo por mis lechugas, la verdad. Hay tanta sequía que hasta las patatas y las alubias necesitan riego”, sentencia.