El Ayuntamiento de Pamplona ha recibido el Sello Compenso, que reconoce los proyectos de absorción de dióxido de carbono en la lucha contra el cambio climático. Pamplona inició el año pasado la plantación de un bosque autóctono de absorción en una parcela pública de 4,1 hectáreas del polígono de Agustinos (Comarca 1), ocupada por vegetación herbácea espontánea. Tras plantar la primera hectárea y registrarla como proyecto de absorción, la obtención del sello reconoce la iniciativa, que debe mantenerse 30 años. Se enmarca dentro de Go Green Pamplona y la Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030, que persigue un modelo de ciudad sostenible y descarbonizada.

Para este otoño, está prevista la plantación del resto de la parcela, que ya está desbrozada tras la intervención de 17 participantes de la escuela taller de jardinería Aranzadi. La escuela obtuvo una subvención que permite a estos alumnos y alumnas realizar las hoyas de plantación, el suministro de compost, el conteo y la reposición de marras, así como la colocación de una manta antigerminación que además ‘evita’ la evaporación del agua del suelo. Para la plantación, se prevé un llamamiento a personas voluntarias, que respondieron de forma masiva a la anterior convocatoria. En el mes de diciembre, se ofrecerá una charla en el Museo de Educación Ambiental para explicar este proyecto.

La primera hectárea del bosque autóctono se inició con 665 ejemplares, de roble pubescente, olmos, arces, abedules, nogales y serbales, entre otras especies arbóreas, además de matorral, también autóctono. Esta primera hectárea compensará un mínimo de 21 toneladas de CO2 de las emisiones (estos cálculos solo tienen en cuenta el 20% del CO2 absorbido por la plantación) aunque la cifra se puede revisar al alza dependiendo de la evolución del bosque. Atendiendo a los requisitos del proyecto de compensación de emisiones, este bosque está dotado de su propio plan de gestión forestal realizado con el apoyo técnico de la Federación Española de Municipios y Provincias. En un plazo de tres años, el bosque permitirá incrementar la absorción de dióxido de carbono en la ciudad, equilibrando la emisión de gases de efecto invernadero, conocida como huella de carbono, y favoreciendo la biodiversidad. Además, el bosque supone la recuperación de una parcela municipal sin uso para disfrute de la ciudadanía, una menor erosión de los suelos y la recuperación paisajística del entorno. Los bosques albergan alrededor del 80% de los animales y plantas terrestres, garantizan la dispersión de semillas, la polinización, fertilización, ofrecen otros servicios como madera y refugio, y son claves en el ciclo del agua. – Diario de Noticias