Hace 15 años, Germán Albéniz se descargó un track en el que se describía al detalle la excursión desde Donibane Garazi hasta Roncesvalles. “Me imprimí tres hojas en las que venía toda la información con imágenes. ‘A 300 metros gira a la derecha’ y a 300 metros girábamos a la derecha. Y después habrá una fuente y, joe, te encontrabas con la fuente. Me pareció una maravilla para los que nos habíamos perdido mil veces en el monte descubriendo rutas nuevas”, relata Germán que, tras esa experiencia, creó una página web de excursiones en Navarra. “Al principio, no tenía ni idea de informática ni ordenador, pero con la ayuda de varios amigos –Xabi Barón e Iñaki Epelde– pusimos en marcha Navarrincon. Ya he publicado 400 rutas y la web roza los dos millones de visualizaciones”, destaca orgulloso. 

Germán, vecino de Mendillorri de 53 años, guarda una estrecha relación con el monte desde su infancia. “Con mis padres, siempre éramos del rollo dominguero e íbamos al campo a pasar el día. Con doce años, me apunté al grupo de montaña del colegio de Salesianos, Mendiko Taldea, y hacíamos excursiones por la Cuenca de Pamplona. Y con la cuadrilla comenzamos a ir a Pirineos, Picos de Europa, Euskal Herria... Para mí, el monte ha sido mi vía de escape”, reconoce Germán. 

En la actualidad, sigue yendo de excursión todos los fines de semana acompañado de su fiel escudero Adolfo, una cámara de fotos y un GPS para grabar la ruta. “Cruce que hay, foto que hago. Desvío que hay, foto que hago. También marco las fuentes, los dólmenes y cualquier detalle en un Waypoint –punto de referencia– que después me permitan describir la ruta”, explica. 

Tras la excursión, llega el momento de hilar fino. “El tiempo que estoy en el monte es el que luego me paso delante del ordenador. Me descargo las fotografías, selecciono las mejores, las ajusto al tamaño idóneo para la web, cojo un plano y corrijo el track que ha grabado el GPS y me preparo un escrito detallado de todas las claves de la excursión – itinerario, desvíos, posibles dudas, perfil, desnivel, duración y dificultades–. En total, me cuesta unos dos o tres días y con cada recorrido”, describe. 

Germán ha dividido las 400 rutas por zonas geográficas y nivel de dificultad: paseos para niños de hasta cinco años, de cinco a diez años, ascensiones medias y ascensiones duras. “Para las rutas medias calculo un desnivel de 400 metros y hasta diez kilómetros de distancia. Las excursiones duras se deben a que existe alguna trepada o riesgo de caída o porque tienen un desnivel de más de 600 metros y los 15 kilómetros de distancia”, detalla. Para niños y familias recomienda el bosque encantado de Urbasa, la ruta de los robles milenarios de Etxarri Aranatz o el Balcón de Pilatos. Para los mendizales las Peñas de Itxusi, en Baztan.

Germán Albéniz posa en los depósitos de Mendillorri. Al fondo, San Cristóbal. Javier Bergasa

Aunque parezca mentira, Germán aún sigue descubriendo recovecos de Navarra cada fin de semana: “Tengo para toda una vida y más. El otro día conocí el barranco de Obantzea, que está en la Sierra de Andía y al lado de tres barrancos que sí que había estado: Iranzu, Ubagua y Burón. Allí se produjo la batalla de Valdejunquera –entre Abderramán III y Sancho Garcés I de Pamplona– y el lugar me dejó maravillado. O el monte Monjardín, que se pasa por el Castillo de San Esteban de Deyo, del siglo X”. 

 Navarrincon también describe al detalle las rutas que permiten contemplar los 47 Monumentos Naturales de la Comunidad Foral, árboles seleccionados por el Gobierno de Navarra por su singularidad. Por ejemplo, el encino de las tres patas en Mendaza o el haya de las tres brazos en la fábrica de armas de Orbaizeta. Además, profundizará la sección de recorridos en BTT. “También le doy a la bici, aunque este apartado lo tengo muy verde. Tengo la intención de publicar recorridos que ya he hecho”, adelanta.

Promoción de la web

En julio, Germán se quedó en paro después de 29 años trabajando en Bolsas de Osés. “Nos echaron a varios veteranos”, lamenta. Ante esta situación, Germán quiere que alguna institución pública o empresa promocione su trabajo. “Simplemente, que no me cueste dinero, que se reconozca de alguna manera el esfuerzo que me supone”, incide.

 Entre los gastos, el mantenimiento de la página web, el pago mensual del dominio y la gasolina. “Este verano, que me ha pillado lo del despido, no me he atrevido a hacer tantas rutas por el precio de la gasolina”, reconoce. En todo caso, descarta convertir Navarrincon en una página web de pago.