Diego Martón Arriazu ha cumplido con su cometido y ha retirado esta mañana el velo a la Virgen en Tudela al grito de "¡Alégrate María, porque tu hijo ha resucitado!", tal y como han hecho cientos de niños y niñas tudelanas desde hace casi 400 años, más concretamente desde hace 360 años en su formato actual. La Bajada del Ángel, Fiesta de Interés Turístico Nacional, se ha vuelto a desarrollar un año más (solo se suspendió en 2021, 2020, 1809, 1810, 1811, 1812, 1813 -por la Francesada-, 1932, 1933, 1934, 1935, 1936 -por la Segunda República- y 1958 por una fuerte lluvia-), sin problemas y con el oficio de los protagonistas y la familia Vallejo-Arregui que hace posible que cada año un pequeño de 8 años asuma todo el peso de la ceremonia sin titubeos.

Diego Martón se dirige hacia la imagen de la Virgen para retirarle el velo Fermín Pérez-Nievas

A las 8.15, con retraso porque los alabarderos que llegan a su casa lo han hecho 20 minutos más tarde, Diego ha comenzado a vestirse con la ayuda de Patxi Gambra, Goyo Terrén y pese a las incomodidades de las sandalias, que le apretaban, y el corsé, que le hacía daño todo ha ido según el programa marcado. Casi sin tiempo para el respiro toda la comitiva se ha dirigido hacia la plaza de Los Fueros que, por primera vez, estaba ya abarrotada antes de que llegara el protagonista.

Diego Martón Arriazu se prepara para la Bajada del Ángel

Diego Martón Arriazu se prepara para la Bajada del Ángel Fermín Pérez-Nievas

Una vez abierto el cielo para que saliera Diego se le ha enganchado el banderín en el traje, lo que ha ocasionado ciertos problemas para poder lanzar aleluyas (papeles marcados con la frase más famosa de este acto), pero ha podido ir cumpliendo los pasos que había realizado en los ensayos durante estos meses atrás. Cuando ha llegado a la altura de la Virgen y ha gritado “¡alégrate María, porque tu hijo ha resucitado!” ha podido retirar el velo al segundo intento y luego ha sucedido algo que no se había visto antes, se le ha caído del ala en que lo levaba depositada, pero eso no le ha impedido seguir su recorrido con el velo colgando de la borla que coge con la boca.

Tras la procesión y el final de la ceremonia, toda las cuadrillas y familias tudelanas se han marchado a los huertos y a la orilla del Ebro donde las costillas, chistorra y panceta son los grandes reyes de las mesas.