Con el objetivo de fomentar y recuperar la biodiversidad como forma de mejorar la producción agrícilla, la firma Bayer, la UAGN y el colectivo GREFA se han unido en el proyecto Dionisio que se ha presentado esta mañana en el Trujal Artajo, una de cuyas fincas acoge alguna de las medidas que se van a implantar en 4 fincas para la mejora de la biodiversidad. Estas fincas están ubicadas en Fontellas (un cultivo de olivar y otro de alcachofas y cebollas), otro en Cascante (viñas) y otro en La Rioja (viñas en Aldeanueva de Ebro). El proyecto se puso en marcha en el año 2022 y para extraer las primeras conclusiones (de lo que se encarga el colectivo Grefa (asesor medioambiental responosable de rehabilitación de fauna autóctona) habrá que esperar alrededor de dos años.

Según ha explicado Richard Borreani, responsable de Sostenibilidad de Bayer Crop Science, “las medidas que se han instalado fomentan la biodiversidad pero también ayudan al agricultor. Los murciélagos se comen 1.000 insectos al día, una familia de lechuzas se pueden comer 15.000 ratones o roedores en un año, las rapaces comen también roedores y conejos que aquí es una plaga. Es una ayuda para reducir la presión de la plaga para el agricultor y para optimizar el uso de fitosanitarios”.

En la finca de 5,13 hectáreas de olivos de Artajo se ha colocado una isla flotante vegetada en la balsa de riego que sirve de hábitat y refugio para especies migratorias hagan su nido y puedan desarrollar sus huevos protegidos de predadores. Además la isla limita la evaporación en épocas de fuerte calor y las raíces de las plantas instaladas en la isla sirven para purificar el agua.

Junto a estas medidas también se ponen en marcha otras como cajas de nidos para rapaces que maximizan la presencia de rapaces para controlar roedores, conejos y grandes insectos como grillos, langostas o escarabajos; cajas nidos para murciélagos (contra la mosca del olivo), para otro tipo de aves como el cernícalo, lechuza, mochuelo o gorriones. Además otra medida es la instalación de setos en los cultivos, con distintos tipos de plantas y flores para albergar a polinizadores “que son importantes para los cultivos y sirven de refugio”, junto a estas funciones cuando crecen también libran a los cultivos de las afecciones del viento y la contaminación. Al mismo tiempo todas estas medidas ayudas a proteger a especies en peligro de extinción.

La presentación se ha llevado a cabo en Trujal Artajo, un olivar en ecológico situado en el municipio de Fontellas (Navarra) y ha contado con la participación de Protasio Rodríguez, Director General de Bayer Crop Science; Félix Bariain, Presidente de UAGN; Richard Borreani, Director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer Crop Science, Mariam Sánchez, representante del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y Carlos Urzaiz, propietario de la finca Trujal Artajo.

Los asistentes a la jornada de hoy visitan la isla flotante en Artajo Iñaki Porto

Protasio Rodríguez, Director General de Bayer Crop Science, ha recordado el desafío al que se enfrenta la agricultura de alimentar a una población en constante crecimiento, para lo que es necesario “incrementar la capacidad productiva de las explotaciones agrícolas y hacerlo a través de prácticas sostenibles que incorporen medidas de conservación de la biodiversidad. Por eso desarrollamos iniciativas como Dionisio, que ayudan a los agricultores a cumplir con la normativa europea y la estrategia Biodiversidad 2030”.

Para Félix Bariain, Presidente de UAGN, proyectos de este tipo “aportan un valor añadido a los productores de la región gracias al compromiso ambiental que estos adquieren y que va relacionado con el aumento de la sostenibilidad y resiliencia de su cultivo. Así mismo es fundamental compatibilizar este tipo de medidas que favorecen la sostenibilidad ambiental, con la debida y necesaria sostenibilidad económica del sector, cuya principal función es suministrar alimentos”.

Borreani ha recordado que cada año desaparecen 27.000 especies en el mundo y que el 20% de todas están en peligro de extinción, “de ahí nace el interés de Bayer y quien mejor que un agricultor que vive en comunidad con el ecosistema para protegerlo”.

Dionisio nace en el marco de la iniciativa Baydiversity, desarrollada por Bayer en 2011 para España y Portugal, con el objetivo de mostrar la compatibilidad entre productividad agrícola y conservación de la naturaleza, y que actualmente cuenta con más de 70 fincas que reciben asesoramiento en materia de biodiversidad de la mano de un amplio equipo de expertos.

Los Planes de Acción de Conservación del proyecto Dionisio evalúa las áreas naturales, cataloga las especies y la fauna y realiza unas recomendaciones para gestionar y recuperar las áreas con un doble objetivo “mostrar que una producción agrícola intensiva, sostenible y que promueva la biodiversidad es posible y cumplir con las expectativas de consumidores y exigencias legislativas”.