Las ferias de fiestas de Santa Ana se instalarán en el polígono de La Barrena este año para ubicarse en dos parcelas de titularidad privada en las que está previsto que se instalen prácticamente el 100% de las atracciones que estuvieron en Tudela el pasado año. De esta forma el alcalde, Alejandro Toquero da respuesta a la pregunta que llevaba sin responder desde principios de año a instancias de las preguntas de la oposición. UPN reconoce que no ha seguido adelante con todas las opciones que barajaba por las críticas y quejas recibidas por los vecinos de los lugares donde barajaban instalarlas como en el paseo del Queiles. “La instalación en La Barrena llega tras descartar el Ayuntamiento de Tudela el resto de las ubicaciones planteadas en el casco urbano, por la negativa a esta instalación de las distintas comunidades de vecinos que estarían afectadas por la cercanía de las atracciones. Además, tampoco los feriantes han dado su aprobación a los emplazamientos barajados, bien por falta de espacio o por no estar adecuados los niveles del terreno para sus necesidades”, explican desde el Consistorio.

Desde el Ayuntamiento han destacado que este emplazamiento está respaldado “mayoritariamente por la Asociación de Feriantes de Navarra (AIFNA)” y añaden que “será provisional hasta que, en 2024, esté definitivamente habilitado un recinto ferial permanente fuera del casco urbano”. Ésta es la segunda ocasión que Toquero promete la construcción de un recinto Ferial para albergar las ferias. Lo hizo ya en 2022 cuando señaló que de cara a los presupuestos de 2023 se iba a incluir una partida para la adecuación de un recinto especial para las atracciones que puede servir, además para la instalación de otro tipo de eventos. "Está claro que todo el mundo quiere las ferias a tiro de piedra, pero nadie quiere sufrir las molestias que conllevan. Por eso, me gustaría dar las gracias de forma muy especial a los vecinos del paseo de Pamplona y Azucarera por el talante con el que durante años han aguantado los inconvenientes de tener las ferias y los puestos de venta ambulante en la puerta de casa. Este será el último año". Sin embargo, nada se ha hecho en 2023. Desde el equipo de gobierno han asegurado que el año que viene, las ferias se instalarán ya de modo fijo en una parcela especialmente habilitada para ello, “fuera del casco urbano como sucede en otras ciudades”.

Así, desde el Consistorio explican que ante la imposibilidad de situarlas en la ciudad sin quejas vecinales y con la total aprobación de los empresarios del sector, este año el recinto vuelve a trasladarse a La Barrena, a dos parcelas de suelo privado: una de unos 50x20 metros detrás de los cines, y otra, en la parte delantera, de 150x50 metros, en la que se instalarán la mayoría de las atracciones.

En cuanto a la fórmula administrativa utilizada para este recinto ferial provisional, al tratarse de suelo de titularidad privada, el Ayuntamiento de Tudela otorgará la correspondiente licencia de actividad y llevará a cabo las correspondientes revisiones técnicas sanitarias y de seguridad. Además, se reforzará el servicio de autobús urbano hasta el recinto. Por su parte, los feriantes pondrán a disposición de los usuarios el trenecito que saldrá de la confluencia entre calle Muro y paseo Pamplona hacia la feria. Sin embargo el Consistorio no ha dicho aún con qué frecuencia ni con qué horarios.

El recinto de La Barrena estará abierto en horario de 16.30 ó 17.00 horas (dependiendo del calor) hasta las 02.00, entre el 22 de julio y el lunes 31 de julio, jornada que se dedicará a celebrar el día del niño con precios especiales. Además, ese día durante las tres primeras horas de la jornada, las ferias permanecerán sin música para que puedan disfrutar de ellas los pequeños y pequeñas con autismo.

Ésta será la segunda ocasión en que las ferias salen del casco urbano, separando al mismo tiempo los puestos de venta ambulante de las ferias. El emplazamiento conjunto de ambas servía para llevar público a los dos lugares. También los fuegos artificiales, que seguirán siendo lanzados desde la otra orilla del Ebro, servían de imán para que mucha gente se quedara en las ferias, una conexión que también se perderá a partir de este año.