Los vecinos de Corella se manifestaron ayer para mostrar su rechazo a los incidentes del pasado domingo, en el que se produjo una multitudinaria pelea en un bloque de viviendas ocupadas que terminó con la intervención de la Policía Local, Policía Foral y Guardia Civil y la detención de un menor de edad tras agredir a un policía y darle un puñetazo.

Los hechos se produjeron entre varias familias que habían ocupado un edificio en la calle San José y el bar situado en la planta baja del mismo edificio. Una discusión violenta que fue grabada en vídeo y que se ha viralizado por las redes sociales. Hasta allí acudieron miembros de la Policía Local y uno de los agentes se vio incluso obligado a utilizar una pistola eléctrica. Sin embargo, a causa de la creciente tensión, fue necesario el refuerzo de Policía Foral y Guardia Civil.

Por ello, los vecinos de Corella se han concentrado para mostrar su repulsa ante los hechos y condenar la violencia. En el mismo sentido se ha pronunciado el Ayuntamiento de Corella, que en un comunicado ha reivindicado el trabajo de “todas las fuerzas de seguridad”, pero en especial el de la Policía Local, defendiendo su “compromiso” con la misma. Asimismo, ha llamado a la calma, pidiendo “tiempo” para “conseguir resultados satisfactorios para nuestra ciudad y todos los que apostamos por vivir pacíficamente en ella”. Por ello, ha anunciado que el Consistorio “está utilizando todas las armas jurídicas y policiales que la ley le permite para evitar incidentes como el del domingo”.

Por otro lado, aunque ha asegurado que “el llamado problema okupa no es masivo” en la localidad, ha certificado que “sí lo tratamos como preocupante y en especial en los casos que acarrean violencia y actos claramente incívicos” y ha denunciado “a las inmobiliarias que permiten, por dejadez y despreocupación hacia sus propiedades, las ocupaciones. No actuando ni denunciando para que la justicia pueda comenzar los procesos contra los okupas”.