Mirando de reojo al cielo e incluso lanzando alguna que otra plegaria, el agua dio una tregua en Peralta y la procesión, el acto central del día grande de las fiestas de la localidad, se celebró sin mayores incidentes. A ambos lados de la calle los vecinos se agruparon para ver salir en volandas la talla de la patrona, la Virgen de Nieva, que fue recibida por el Himno de las Cortes que interpretó la banda de música y por un vals a cargo de los gigantes al son de las gaitas.

Los gaiteros y gigantes honrando a la Virgen. 2 f María San Gil

Acto seguido comenzó a desfilar una larga comitiva al ritmo de Jerusalén en la que no faltaron los estandartes de las cofradías ni los integrantes de la corporación municipal con Álvaro Guinduláin Terés y Candela Amatriain Moreno al frente. Todos ellos estuvieron acompañados por otros txikis que lucieron bonitos ramos de flores.

Fue entonces cuando la imagen de la patrona peraltesa recorrió los primeros metros de las estrechas calles del casco urbano a hombros de algunas caras ya conocidas como las de Emilio Moraza, Víctor Troyas, Juan Jesús Cabeza, Rubén Indart, Goyo Gutiérrez, Fermín Ostívar, Fernando Resano, Juan Castillo, Fermín Campo, Darío Resano, Roberto Mendoza, Miguel Monroy, David Boneta, Javier Eraso, Josetxo Calvo, Ángel Orduña, Ángel López, Iñigo Osés, Iván Jalle, Feliciano Eraso, Alberto Asín, Javier Goñi, Fernando Pinilla, David Asín, Luis Carlos Monroy, José Miguel Pinilla, Alejandro Monroy, Diego Bermejo. Jaime Resano, Iosu Alonso, Samuel Moreno y Daniel Ocáriz, así como de rostros debutantes como los de Gorka García, de 17 años, Aitor Lurgain, también de 17, Carlos Alonso, de 22, Iñigo Francés, de 15, y Pablo Osés, de 15.

David Boneta colocándole el pañuelo a la patrona.

En esta cita también estuvieron los integrantes de la corporación municipal con Juan Carlos Castillo al frente.

David Boneta, protagonista

Uno de los momentos más emotivos de la procesión tuvo lugar junto a la plaza Principal; allí David Boneta, sin que apenas le temblara el pulso, le colocó, bajo la atenta mirada de todos los allí presentes, el pañuelo a la talla de la Virgen de Nieva, un pañuelo que llevaron hasta allí Anne Pérez, de 9 años, y Eider Alonso, que cumplirá los 9 este año. De acuerdo con el protagonista, que lleva desde los 19 años saliendo en procesión, “en su día me dijo mi tía que hacía falta gente para trabar y no me lo pensé. Para mí es un honor llevar a la patrona, que es la que representa al pueblo”.

Los honores no quedaron ahí sino que llegaron en forma de jota con Vuela alto sobre nubes, Qué tienes madre querida, Ya no saldrás hasta otro año y Viva la hermosa María, viva la Virgen de Nieva.