Un suelo caliente de las altas temperaturas que hemos vivido este verano más fuertes lluvias en las últimas semanas de septiembre incluyendo la reciente DANA. Es el clima ideal para el hongo y es lo que ha hecho aumentar en un 55% la producción en esta última semana.

Todo un festival de boletus, la más reconocible y otras especies de hongos que han podido disfrutar cientos de personas que se han acercado a los bosques navarros. “En los últimos días ha habido una fructificación de boletos propiciada por las lluvias y las buenas temperaturas. Este fin de semana ha sido el de mayor afluencia de personas desde que abrimos el parque hace cinco años”, aseguraba ayer Janet Torrea, del Parque Micológico Erro-Roncesvalles. Boletus Edulis, Rebozuelos y Trompetas de la muerte son las variedades que más se recolectan.

“Está habiendo una fuerte fructificación de Boletus gr. edulis, generalizada por el acotado, que da gusto ver. Sigue habiendo alguna Ziza hori (Cantharellus gr. cibarius), lenguas de vaca (Hydnum gr. repandum)…pero destaca la intensa fructificación de hongos. Por dos años consecutivos el monte es muy generoso y está ofreciendo sus frutos”, reiteran desde el parque.

Un vecino muestra hongos recolectados en el valle de Erro. DIARIO DE NOTICIAS

“Ha sido una explosión de hongo generalizada, tanto en hayedos, robledades y en diferentes cotas del bosque”, subraya. Una temporada que se ha adelantado este año por la humedad registrada en las últimas semanas. Desde el parque se regulan los permisos pero también se controla que no haya masificación en ninguna zona. “Cada vez hay más gente que prefiere tener un permiso anual (se paga 50 euros al año) para recoger todo el año”, explican. Los permisos diarios cuestan cinco euros y da derecho a recoger hasta ocho kilos. Las personas empadronadas pueden recolectar dentro del coto a un precio de diez euros al año.

Bosque de la Ultzama. Cedida

También desde el Parque Micológico de la Ultzama Javier Gómez asegura que entorno a 400 personas han pasado a diario este fin de semana por la zona acotada. “Ahora ya hay menos boletus pero quedan otras muchas especies de hongos, para ello hacemos cursos para identificarlos”.”Entre las personas que tienen permisos anuales que son 300 del valle y otros 300 de fuera del valle, más lo que cogen licencia para el día, en pista o en las posadas, calculamos que este fin de semana han podido pasar entre 300 y 400 personas, limitando la entrada de gente y de coches para evitar masificaciones, de lo contrario hubiera sido el doble”, reitera.

“En un kilómetro lineal se han podido recoger quince ejemplares de boletus, algo sorprendente”, señala. “Es algo que no ocurría desde hace veinte o treinta años por las condiciones climáticas que hemos tenido. En los últimos años hemos tenido veranos muy secos y no llovía hasta finales de septiembre, luego entraba el frío....”, subraya.