El Parque del Conde de Tafalla tiene desde el pasado sábado un laberinto en el centro. Ese lugar lo ocupaba una fuente que llevaba años en desuso y que se ha transformado ahora en un pequeño jardín formado por plantas arbustivas que dará mucho juego a los más txikis. En concreto, se plantaron las siguientes variedades: 109 ejemplares de lonicera nítida, 76 de eleagnus ebbingei limelight y 46 eleagnus ebbingei, divididos en los tres círculos concéntricos que conforman el laberinto.

Uno de los txikis prepara la tierra antes de plantar uno de los arbustos. Saioa Martínez

La Asociación Berdesia, en colaboración con el Ayuntamiento de Tafalla, proyectó esta transformación en línea con su objetivo de revalorizar los espacios verdes de la localidad. La jornada de plantación acogió a más de cien personas entre voluntariado de la asociación y familias de la etapa escolar de infantil de los tres colegios de Tafalla, con alumnado de 3 a 6 años. El trabajo se dividió por equipos, por lo que las familias tuvieron oportunidad de plantar, escuchar un pequeño cuento y también de pintar una pancarta para celebrar la plantación del laberinto y llamar a su cuidado.

Amelia Torre, técnica forestal, actualmente jardinera del Ayuntamiento de Tafalla y socia de Berdesia, fue la encargada de coordinar la colocación de las plantas por parte de las familias. “Este es un proyecto para que los niños y niñas tomen contacto con la naturaleza y se sientan parte de ella. Que sean conscientes de que no hace falta irte lejos para tener naturaleza y zonas de estar dentro del pueblo”, matizaba Amelia, mientras añadía que otro de los objetivos de la jornada era el de aumentar la diversidad de arbolado y que “la zona del céped tenga más sombra de cara a las necesidades climáticas que van surgiendo”.

Los txikis aprovecharon la espectacular mañana para trabajar duro en la plantación. Saioa Martínez

Haizea Lizarbe y Raquel Álvarez, de la comunidad escolar de la Ikastola, se encargaron de dinamizar a los txikis coloreando varias pancartas que se colocarán junto al laberinto, y este quedará cerrado durante unos meses para que las plantas puedan adaptarse, crecer y aumentar así el ecosistema de este refugio climático. Esta actuación se suma a otras mejoras acometidas en el Parque del Conde por Berdesia, como la plantación el pasado mayo de 24 árboles singulares cedidos por el científico Martí Boada i Juncà y el Ayuntmiento de Sant Celoni. Esta colección de especies arbóreas, traídas desde México, Italia y diversos puntos de la península, es un verdadero tesoro vegetal que puede visitarse dando un paseo al recinto.

Los txikis dejaron correr la imaginación con las pinturas. Saioa Martínez