Han sido años de ausencia, en concreto tres, y es que desde finales de 2019 la localidad ribera no acogía una de sus citas más emblemáticas de la Navidad: el Belén Viviente, pero eso está a punto de cambiar. Y es que la asociación Belén Viviente de Peralta ha retomado este 2023 con más ganas e ilusión que nunca si cabe esta representación que, desvelan, tendrá lugar el sábado día 30.

Este acto, apunta la vicepresidenta de la entidad Belén Castillejo, empezó a organizarse en 1997 y ésta será la 23ª edición ya que después de que la pandemia parase la recreación “el año pasado, que ya pudo celebrarse con total normalidad y sin restricciones, la gente aún estaba un poco fría y no salió adelante; la verdad es que ha costado arrancar”.

Más de 150 voluntarios harán posible que las calles del municipio den un salto al pasado; las plazas, balcones, fachadas y bajeras estarán decoradas con todo tipo de detalle (telas, cañas o pinos) para que vecinos y visitantes disfruten del periplo de María y José. 

Los txikis de catequesis volverán a ser los principales protagonistas y es que, tal y como cuenta Blanca, los alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria y los de 1º de la ESO se encargan de representar a los gremios. Ahí van a estar la carpintería, la alfarería, la escuela de música, la lechería, el zoco, la harinera o la sinagoga. “Como van fallando los niños, estamos hablando de que habrá unos 75 cuando antes eran unos 200, los oficios serán menos. Por eso este año, además, hemos abierto la participación también a los de 4º de Educación Primaria así como a todo aquel que, no yendo a catequesis, quiera implicarse”.

Y, por otro lado, los alumnos de 2º y 3º de la ESO participarán en el propio acto sacramental, en la representación que irá desde la puerta de la iglesia San Juan Bautista, lugar en el que se colocará el palacio del gobernador Quirino y donde históricamente se encontraba el registro, pasando por las posadas, y hasta el nacimiento en el portal, ubicado en los alrededores del Campanar. 

Un día de fiesta

Este evento va mucho más allá y es que, además, habrá puestos que venderán, a precios populares, chocolate, migas, tostadas, chistorra o palomitas recién hechas; en ellos estarán, sobre todo, los familiares de los pequeños que participan en la representación. El ambiente, apunta Blanca, empezará a las 17.30 horas, pero el acto sacramental no lo hará hasta pasadas las 19.00 horas, cuando anochezca, y se alargará una media hora. Será entonces cuando las calles, repletas del bullicio de las miles de personas que allí se reunirán, se sumerjan en un respetuoso silencio

Un año más habrá megafonía por todo el recorrido, unos 800 metros en total, para que la gente lo puede escuchar desde cualquier punto y también se podrá seguir y acompañar a los vecinos y vecinas que se meterán en la piel de los diversos personajes.

Esfuerzo y recompensa

De acuerdo con Castillejo, “estamos muy ilusionados, la verdad. Creo que es algo que merece la pena conservar y preservar y que es, además de un acto religioso, un evento cultural, algo que embellece y pone el nombre de Peralta en el mapa. Está claro que cuesta trabajo y que es sacrificado, pero después merece la pena, sobre todo cuando ves el resultado; es muy satisfactorio. La puesta en escena es tan asombrosa que no te cansas”.

Por último, y además de agradecer la colaboración “de todas aquellas personas y entidades que de una forma u otra ayudan a que esto salga adelante”, asegura que este año no habrá grandes novedades “puesto que lo más importante, y lo prioritario, era retomar el acto en sí. De cara a la próxima edición, y después de valorar la de este año, veremos qué se puede hacer. Animamos a la gente a que venga; es un acto diferente, una forma de pasar un bonito sábado a la tarde; creo que merece la pena verlo y disfrutarlo”.