Dos grandes actrices de la historia del cine español, y no necesariamente de las más reconocidas, Ana Torrent y Petra Martínez, han vivido el homenaje de la Muestra del Cine Español de Tudela con el marco de la presentación de la nueva película de Víctor Erice, Cerrar los ojos, después de 40 años de ausencia de la gran pantalla. La aureola, el mito que se ha creado en torno a la figura de este realizador ha servido para que ambas actrices mantuvieran una animada tertulia y conversación en la rueda de prensa en la que disertaron sobre la relevancia en la historia del cine español de Erice y El regreso de la colmena (en la que actuó con 6 años Torrent y Juan Margallo, marido de Martínez) y lo estresante que resulta para muchos actrices y actores el mundo de la farándula y la alfombra roja que en muchas ocasiones rodea al cine.

Galardonada en 2022 con el Premio Nacional del Teatro, junto a Juan Margallo, su marido, y con cinco premios de la Unión de Actores a sus espaldas, Petra Martínez lleva sobre las tablas, sobre todo haciendo teatro independiente, desde hace unos 60 años. Una pasión que descubrió tras volver de aprender inglés en Londres, donde para poder seguir con su pasión lectora cosa que tenía que hacer en inglés, se dedicó a leer teatro que le resultaba más sencillo. “De pequeña era teatrera, hacía cosas porque me gustaba hacer reír a la gente pero no pensé que eso fuera una profesión. Me dio un soponcio cuando en Londres me dijeron que no podía leer en castellano. Un chica me dijo que leyera teatro que era más fácil. También me llevaron a leer Oliver Twist. Cuando volví no sabia qué hacer. No sabía que se podía ser actriz de cine o televisión, creía que eso era algo que no estaba al alcance de la plebe, que era como ser rey”. Así que se apuntó a una escuela de teatro de William Lyton. “la lectura me llevó a ser actriz”.

"No sabía que se podía ser actriz de cine o de televisión, reía que eso era algo que no estaba al alcance de la plebe, como ser rey o así"

Petra Martínez - Actriz

Por su parte, Ana Torrent (con casi 30 películas, una docena de obras de teatro y otra de series) debutó en el cine con 6 años en El espíritu de la Colmena (1973) de Víctor Erice, sin distinguir aún la realidad de la ficción. “Nadie en mi familia tenía nada que ver con el cine. Me divertía, era una excusa, me iba dos meses y no iba al colegio para, a cambio, meterme en un mundo mágico. En la adolescencia pensé en no ser actriz, porque ella película El Nido tuvo mucha repercusión y la gente me empezó a reconocer. No entendía lo de la fama, si se acercaban por mi por lo que era. No lo decidí hasta los 18 años, que no sabia que hacer de carrera, y Víctor Erice me dijo ‘¿por que no das unas clases de teatro y decides si te gusta de verdad?’. Así descubrí lo que era ser actriz y que me quería dedicar a eso, después de varias películas. No sabía que interpretaba, era una niña que me ponían delante de la cámara”. De hecho narró una anécdota, durante el rodaje en 1973, en que salió huyendo y se tuvo que detener la grabación porque le presentaron, ya maquillado, al actor que iba a hacer de Frankenstein en la escena.

Ambas mostraron su poca querencia por la alfombra roja, e incluso Petra Martínez señaló que las entregas de premios le estresan porque supone pensar desde una semana antes qué se va a poner. “Desde que estrené La vida era eso hasta hace medio año, acabé agotada. Había que ir a una gala, maquillarte, peinarte, vestirte... Han sido los peores momentos de tensión. Me estresaba mucho, hasta que me he dado cuenta que a nadie le importa cómo vaya vestida. Pero las galas, son una gozada, soy actriz de teatro y no hay nada que me guste tanto como un teatro lleno y más si es un teatro lleno de gente que ya está contigo a muerte y eso son las galas. Te puedes permitir el lujo de hacer lo que quieras y se ríen. Eso no tiene precio”.

"A veces las alfombras rojas son un poco circo, te acribillan a preguntas y a veces no tienes opinión"

Ana Torrent - Actriz

Para Ana Torrent, “es una parte que tienes que hacer y aceptar. A veces las alfombras rojas son un poco circo, es un acribille de preguntas para las que no siempre tienes respuesta u opinión. Hay mucha tensión, hay muchos actores muy nerviosos porque van muy a saco a por nosotros. Yo no disfruto demasiado en las alfombras rojas, para mi es una paliza, pero sabemos que hay que hacerlo. A veces pienso en hacer un Víctor Erice y desaparecer, pero eso solo se lo puede permitir él”.

Pero si alguien estuvo ayer presente en Tudela, pese a su ausencia, ése fue Víctor Erice. Ambas no dudaron en rendirse a su importancia como director para la historia del cine español. “Víctor Erice es un antes y un después en el cine español, él y sobre todo El espíritu de la colmena” y añadió que el hecho de haber hecho 4 películas en 50 años le ha “dado cierta aureola y ahora es casi un mito”. Ana Torrent reconoció su especial relación con Erice dado que “es la persona que me conoce desde hace más tiempo”. Torrent señalo que hay listas que apuntan a El espíritu de la colmena como una de las mejores películas de la historia del cine español, “se ha alejado de otro tipo de cine que se hace ahora y de la televisión. Vivió y creció viendo otro tipo de cine cuando la sala de cine era un lugar de acercamiento y de descubrimiento. Ama los detalles, busca las cosas eternas y básicas del ser humano. Su cine es como la poesía, la escultura o la música... el arte no siempre se pueden explicar, simplemente te llegan. Como Cerrar los ojos, habla de memoria, de identidad de la importancia del cine en nuestras vidas...”.

"Con el cine de Víctor Erice sucede como con la poesía, la escultura, la música... el arte no siempre se puede explicar"

Ana Torrent - Actriz

Petra Martínez contó una anécdota que le sucedió en una función de teatro cuando no conectaba con el público. “El teatro es una maravilla pero si por casualidad no funciona y el público no se ha enganchado a tí y a la obra, lo que haces es un monólogo. Estaba en el teatro Arenal, con una compañía nuestra, por lo que podía hacer lo que quisiera. El público no estaba conmigo y es como si llevaras un mochila de 30 kilos. No salen las cosas fluidas. En un momento dije, ‘hasta aquí he llegado. Lo estaré haciendo muy mal pero ustedes son un público muy malo también. No aguanto más. O salen y les devuelven el dinero o empezamos otra vez la obra. Al final la volvimos a hacer y hubo una unión total, fue maravilloso”.