Navarra experimentó hace ahora dos años uno de los episodios de incendios forestales más devastadores de su historia y si algo nos ha enseñado este suceso es la necesidad de prevención y colaboración comunitaria. En solo unos días se quemaron más de 15.000 hectáreas de terreno, un 80 % de las cuales eran forestales y el 20 % restantes agrícolas. Alrededor de 9.000 personas tuvieron que ser evacuadas debido al rápido avance de las llamas, que en algunos casos llegaron a penetrar en núcleos urbanos y destruyeron viviendas. Las entidades locales han desempeñado un papel crucial en la implementación de planes de prevención de incendios y en la gestión de los montes afectados, en especial en los municipios con más riesgo que han llevado a cabo los Planes de actuaciones municipales de incendios forestales (PAMIF), admite el Gobierno foral.

Es el caso de Legarda, uno de los más afectados por los incendios de 2022, y que “se ha convertido en un modelo de respuesta y prevención ante desastres forestales”, después de que en junio de 2022 los vecinos jugaran un papel crucial al impedir que el fuego arrasara completamente el pueblo. A raíz de esta experiencia, el Ayuntamiento de Legarda implementó un ‘Protocolo de Actuación Local contra Incendios’, integrando medidas preventivas y de recuperación específicas para su entorno. Precisamente el Consistorio de Legarda ha celebrado este fin de semana las segundas jornadas de prevención de incendios forestales y autoprotección.

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Homenaje de Legarda a sus 'héroes' DIARIO DE NOTICIAS

El incendio de hace dos años destruyó prácticamente toda la superficie agrícola y forestal, calcinó algunas viviendas dentro del casco urbano y amenazó seriamente la seguridad de todos los habitantes del pueblo. La localidad ha venido trabajando desde el año pasado en la puesta en marcha de distintas acciones relacionadas con los incendios y la seguridad. Así, ha elaborado una guía para el vecindario sobre cómo actuar en caso de incendio que contiene información sobre la Junta de Protección Civil, la ordenanza de prevención de incendios y consejos de autoprotección. También ha puesto en marcha el proyecto de Vacas Bomberas de ganadería extensiva con collar GPS en los montes de la localidad, así como la puesta en marcha del sistema de extinción de incendios Aqua-Asper en un tramo de 60 metros del perímetro del casco urbano (este sistema imita al utilizado en las fincas de regadío como sistema de riego y consiste en la instalación de aspersores de 1,80 metros de altura). 

Además, realizaron este fin de semana una charla-coloquio con personal técnico y ganaderos sobre el lema de las jornadas, y una formación práctica mediante un simulacro con montaje de mangueras. Posteriormente tuvo lugar una comida popular como “acto de unión entre” todas las personas que sufrieron y trabajaron para mitigar los daños del incendio.

Adaptación y gestión forestal

La experiencia de los incendios de 2022 subraya la importancia de las medidas de adaptación y gestión forestal para mitigar los impactos del cambio climático, asegura el Ejecutivo. En el contexto del cambio climático y los crecientes riesgos de incendios forestales, el proyecto europeo LIFE-IP NAdapta-CC que lidera la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha implementado una serie de medidas para la prevención, gestión y recuperación de áreas afectadas por incendios. Además, muchos de los montes afectados pertenecen a sistemas mediterráneos, que están adaptados al fuego como un agente natural. Las áreas conformadas por matorrales, pastizales, coscojares y quejigares, así como masas mixtas de estas especies, se espera que se recuperen rápidamente, aunque esta recuperación requerirá una evaluación continua para asegurar su éxito, según las mismas fuentes.

Respecto a las repoblaciones de coníferas afectadas, las especies más impactadas fueron el pino laricio y el pino alepo. Se prevé una regeneración natural significativa en las masas de pino alepo, mientras que las áreas de pino laricio que hayan sido irreversiblemente afectadas estarán sujetas a planes de recuperación específicos.

Dentro de la acción C4.6 del proyecto, en su finca de Sabaiza, la sociedad pública INTIA realiza acciones de silvopastoralismo tras la propuesta del servicio Forestal de Medio Ambiente de emplear ese espacio para hacer experimentación en materia de prevención de incendios.

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Consecuencias de los incendios de junio de 2022 en la Zona Media de Navarra

Tras un incendio, una de las labores a realizar es la evaluación y extracción de la madera afectada, un proceso que en este caso se llevó a cabo a lo largo de 2022 y 2023, con lo que se ha logrado una significativa extracción de madera. Simultáneamente se realiza un seguimiento continuo de la regeneración natural de la vegetación en las áreas afectadas, aunque la evaluación de la afectación de la vegetación tras un incendio no es inmediata. Como explica Mikel Reparaz, jefe de Negociado de Prevención de Incendios Forestales del Gobierno, los efectos de un incendio en la vegetación suelen ser visibles hasta la siguiente primavera. Es necesario esperar para ver si las plantas que germinan en primavera sobreviven el verano, con los resultados visibles hacia el otoño, y la reacción de las especies varía significativamente.

Silvopastoralismo

Una de las estrategias innovadoras que se están implementando es el silvopastoralismo. Este concepto combina el uso ganadero y forestal del monte para gestionar la vegetación y prevenir incendios. Según Reparaz, se trata de manejar el ganado para controlar la vegetación, reduciendo la cantidad de matorral y manteniendo el equilibrio entre el arbolado y los sistemas de pasto. La jefa de Sección de Gestión Forestal del Gobierno de Navarra, Elena Baeza, destaca que el silvopastoralismo no solo implica que el ganado paste en el monte, sino que se gestione cuidadosamente cómo y dónde lo hace. Esta práctica ha demostrado ser efectiva en la prevención de incendios, como se observó en el incendio de Ujué, donde el fuego se detuvo en una zona intensamente pastoreada.

El consejero Aierdi junto a personal de guarderío forestal. Cedida

Montes vulnerables

Otro componente clave en la estrategia de prevención es la identificación y cartografía de los sistemas forestales más vulnerables al cambio climático. Baeza explica que estos mapas de vulnerabilidad permiten priorizar acciones y gestionar el territorio de manera más efectiva. “Con información detallada sobre las áreas más sensibles, se pueden implementar medidas adaptativas para asegurar la resiliencia de los ecosistemas”, detalla. La prevención de incendios se basa en la gestión forestal continua. Durante el invierno se realizan labores de repoblación y otras acciones para gestionar el combustible del monte. Un monte gestionado es más resiliente frente a perturbaciones como los incendios forestales. Sin embargo, como señala Mikel Reparaz, en condiciones extremas, incluso un monte bien gestionado puede ser vulnerable.