En familia o en cuadrilla, alrededor de 200 personas de todas las edades recorrieron este domingo Sakana a golpe de pedal. Era la 30ª edición de Sakanako Bizikleta Eguna, una prueba no competitiva que organiza la Mancomunidad de Sakana con el objetivo de promocionar el ciclismo, impulsar la relación entre los y las sakandarras además de dar a conocer los paisajes y pueblos de la comarca. Desde un principio fue un éxito. Y es que en algunas ediciones se llegó a medio millar de participantes y en pocos casos se bajó de 250. De hecho, la de este domingo fue una de las menos participativas. La razón no era otra que la meteorología, una variable fuera de control que ha condicionado siempre esta cita. “Había 240 inscripciones pero ha habido personas que al ver que llovía se han vuelto a la cama”, contaba Amaia Gerrikagoitia, técnica de Deportes de la Mancomunidad de Sakana. Al final, fue mejor de lo que se esperaba y solo hubo un pequeño chaparrón en Arbizu.

Con el fin de llegar a todos los pueblos, cada año se cambia el recorrido. En esta ocasión fue entre Ziordia y Uharte Arakil, pasando por Ergoiena, 35 kilómetros en total, con almuerzo en Lizarraga. Otra parada fue en Arbizu, por sorpresa, con un pequeño teatro de la mano de Jon Barbarin.

Barranka Txirrindulari Taldea movilizó ayer a 14 voluntarios. Nerea Mazkiaran

 Esta fiesta de la bicicleta es posible gracias al trabajo de personas voluntarias que colaboran con la Mancomunidad de Sakana. Lugar destacado ocupa Barranka Txirrindulari Taldea. Este domingo eran 14 voluntarios que iban abriendo y cerrando la marcha. También se encargaron de los cruces y unir el pelotón. Asimismo, colaboran los clubes Aralar y Burunda, con el coche de la megafonía, y los mecánicos Joxi Lazkoz de Ciclos Muruzabal y Joaquín Beltran de Heredia de Berri Bikes. Otro persona con nombre propio es Aitor Mendoza, encargado del coche escoba, a quienes Gerrikagoitia mostraba su agradecimiento.

Participaron txirrindularis de todas las edades. Nerea Mazkiaran