Es joven, emprendedora y ha decidido apostar por su sueño, por lo que le gusta y apasiona. Y es que Marta Lamata Franco, de 34 años, busca con su marca, MARLAFRÁ, hacerse un hueco en el panorama nacional. Ahora, y tras haber conseguido uno de los premios Tierra de Oportunidades, evento organizado por CaixaBank y Consorcio EDER, asegura que, entre sus puntos fuertes, están “el diseño, la creatividad, el gusto por el detalle, la exclusividad de algo hecho a mano y un trato directo al cliente”.
Aunque sus primeros pasos se remontan a 2011, momento en el que creó el blog estademodamarlafra, no fue hasta después de la pandemia cuando decide lanzarse a la piscina: “Siempre había tenido la idea de trabajar para mí y de tener mi marca, pero da vértigo”. Utilizando el mismo nombre, aunque rediseñando el logo, empezó a informarse sobre el emprendimiento; “pruebo, y si no me va bien, vuelvo a trabajar por cuenta ajena, pensaba”.
Tres bloques
Su empresa pivota sobre tres ejes y, el primero de ellos, es la organización de eventos, tanto para empresas como para particulares, que es donde más se mueve en la actualidad (desde bautizos, comuniones y bodas, para las que recomienda llamar con 6 meses de antelación, hasta cumpleaños especiales y fiestas infantiles). “La cita se crea desde cero; se coordina, diseña y decora, se buscan los materiales, proveedores, se ejecuta y recoge”.
La segunda pata sería el diseño gráfico y floral. Lo que más trabaja es el branding, la identidad corporativa, la papelería y el diseño de estampados. También crea contenido para redes sociales y realiza talleres, tanto reuniones creativas que organiza en su local como formaciones que imparte en otros sitios. En este punto, además, estaría el diseño floral orientado a eventos o montajes para restaurantes, tiendas u hoteles.
Y, por último, estaría la marca; la tienda y los accesorios coloristas hechos a mano y muy enfocados a regalos. Los pañuelos son el producto estrella, con ilustraciones exclusivas, y es que, cuenta, ella pinta una acuarela con técnicas tradicionales, la digitaliza y plasma en el fular. “Los estampados lucen en todos los tejidos, pero mucho más en los pañuelos por el colorido, la textura y el movimiento”. En esta línea también tiene neceseres, fundas para dispositivos, botellas, termos, bolsos o toallas, entre otros. Además, cuenta con un apartado floral (jarrones, cajas, bomboneras, letras o coronas) y papelería con productos como láminas personalizadas y libretas; esta sección la irá ampliando.
Todo ello se puede adquirir a través de la página web marlafra.com/shop. “Hago envíos a todo España y, en esta zona también doy la opción de recogida en el taller. Además, si es un pedido para los municipios de alrededor de San Adrián lo llevo yo directamente”. Y es que, “no tengo horario de tienda, pero atiendo con cita previa. Además, si estoy trabajando suelo tener la puerta abierta para que quien quiera entre”. También está en Instagram (@marlafra) y en el teléfono 627833410 a través del que también manda, en una lista de difusión, las últimas novedades.
Afianzar la marca
“Creo que algo que me diferencia es la personalización, el gusto por las cosas bien hechas y la exclusividad”, cuenta.
Aunque lanzarse a la aventura no fue tarea sencilla, “te compensa porque haces lo que realmente quieres”.
Ahora, y a punto de meterse de lleno con la colección para Navidad con nuevos estampados aplicados a pañuelos y neceseres, afirma que “el objetivo es que la marca crezca y se sitúe en una buena posición, que sea un referente de accesorios”. Además, y antes de concluir, asegura que “he tenido suerte a la hora de emprender porque siempre he estado muy apoyada por mi pareja, familia y amigos. Es algo súper importante porque son momentos en los que tienes muchas subidas y bajadas y necesitas tener personas a tu lado que te digan que continúes, que lo que haces tiene valor, porque a veces dudas, y, si no te apoyan, puede que des el paso atrás”.