Lo que comenzó siendo “un pequeño espacio de encuentro” gestionado por dos personas en el año 1994 con la idea de impulsar la Zona Media, ha terminado siendo, treinta años después, una entidad con nombre propio que trabaja por impulsar el desarrollo integral e igualitario de la comarca a través de la participación de todas y todos los agentes económicos y sociales. Cristina Bayona, actual coordinadora general del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media conoce muy bien la historia de esta entidad, puesto que fue ella una de esas dos personas que dio inicio al proyecto. A escasas horas de la celebración, este jueves en Larraga, del 30 aniversario con una gran fiesta, Cristina explica como fueron los inicios del Consorcio, así como el estado en el que se encuentra actualmente la entidad.
¿Cómo y por qué nació el Consorcio de Desarrollo de la Zona Media allá por el año 1994?
Cuando se inicia la andadura del Consorcio, o mejor dicho, cuando empezamos a trabajar en desarrollo rural en la Zona Media, la finalidad era crear un espacio de encuentro que sumase a los ayuntamientos pero también al tejido asociativo del territorio. Y todo ello se fue generando según la marcha, según íbamos hablando con unos y otros. El único convencimiento era que teníamos que apostar y trabajar por la comarca, y que la unión la hacía el pueblo.
¿Qué necesidades tenía la Zona Media en aquellos años, los inicios de los 90?
Las necesidades de la Zona Media en los años 90 no han variado tanto, aunque sí se han transformado con el tiempo. En aquel momento, una de las principales demandas era facilitar el camino para las personas que querían emprender y crear sus propios negocios. Para responder a esta necesidad, surgió la agencia de desarrollo de la zona media, un servicio público y gratuito enfocado en acompañar a los emprendedores, impulsando su creatividad, ilusión y ganas de salir adelante.
En esos primeros años, se buscaba apoyar a los emprendedores de una manera cercana, ayudándolos a convertir sus ideas en proyectos viables. Aunque las necesidades iniciales se mantienen, hoy el servicio ha evolucionado. Ahora contamos con un equipo de tres personas especializadas que se dedican únicamente a dar ese apoyo; y donde hemos ampliado la oferta, incorporando formación y otros recursos para apoyar mejor a quienes desean emprender. Esto ha sido posible gracias a la experiencia acumulada durante estos 30 años, que ha permitido conocer mejor el perfil de los emprendedores y adaptar el apoyo a sus necesidades.
Además, se sigue apostando por la importancia de que los emprendedores creen servicios en el territorio, lo que contribuye a la calidad de vida de los municipios. A lo largo de estas tres décadas, se ha atendido a más de 3.000 personas con sus ideas de negocio, y se han creado más de 600 empresas en la zona. Esto demuestra que, aunque las necesidades se hayan transformado, el objetivo sigue siendo el mismo: fomentar el emprendimiento para mejorar el territorio y la calidad de vida de sus habitantes.
¿Cuántas personas trabajan hoy en día en el Consorcio?
Comenzamos siendo solo dos personas, pero a día de hoy el equipo ha crecido y está compuesto por 19 personas. Este crecimiento ha ido de la mano de la ampliación de los servicios que ofrecemos. Desde el inicio, hemos mantenido algunos servicios esenciales, pero también hemos incorporado otros, especialmente en torno a nuestra estrategia de desarrollo rural.
Gracias a los fondos europeos, hemos podido planificar y diseñar un modelo de desarrollo para nuestro territorio que responda a sus necesidades. Esto no solo nos ha permitido idear un futuro para la Zona Media junto a sus habitantes, sino también contar con los recursos necesarios para hacerlo realidad. Así, hemos apoyado económicamente aquellos proyectos que consideramos más interesantes para la zona, impulsando su progreso.
Hasta ahora, hemos desarrollado cinco estrategias de desarrollo rural, cada una con una duración aproximada de siete años. En total, durante estos 30 años hemos gestionado más de 15,5 millones de euros en ayudas públicas. Lo importante no es solo la gestión de estos fondos por parte del Consorcio, sino que estas ayudas se han quedado en la Zona Media, contribuyendo a que la gente pueda decidir quedarse, vivir y trabajar en su tierra. Al final, eso es lo que marca la diferencia.
Uno de los últimos proyectos que habéis lanzado es, “Pueblos activos, pueblos vivos” con el objetivo acercaros a la población más joven. ¿Por qué?
Así es, cuando hablamos de juventud, solemos pensar en el futuro, pero es fundamental mirar también al presente. Creemos que la forma en la que los jóvenes ven nuestros pueblos nos invita a narrar la realidad rural de otra manera, de forma que ellos mismos se sientan más identificados con lo que decimos y con lo que representa el mundo rural, que también les pertenece.
Este proyecto es una apuesta clave para nosotros, porque a veces se dice que la juventud no participa y que está alejada de la vida de los pueblos. Sin embargo, quizás lo que falta es darles más voz. En el ámbito del desarrollo rural, utilizamos una metodología llamada “de abajo a arriba”, donde son las personas del territorio las que deciden lo que quieren para su futuro. Pensamos que la juventud también debe ser protagonista de este proceso, para que las decisiones no vengan únicamente impuestas desde fuera, sino que surjan desde el propio territorio.
En este proyecto, nos estamos encontrando con un discurso muy interesante y profundo por parte de la juventud, que reconoce que los pueblos han cambiado, pero de la misma forma que lo ha hecho el resto del mundo. Y lo que destacan es que los pueblos ofrecen una opción de vida viable, con una calidad de vida alta. Muchas personas eligen vivir en los pueblos y se sienten muy satisfechas con esa decisión.
Estáis celebrando la fiesta del 30 aniversario. ¿Cómo se mira al futuro en el Consorcio de Desarrollo de la Zona Media?
Estos treinta años nos permiten mirar atrás y reconocer el esfuerzo de muchas personas que han apostado por la Zona Media y por el Consorcio. Gracias a ellas, estamos donde estamos hoy. Contamos con el apoyo del Gobierno de Navarra, que ha confiado en nuestro trabajo y nos ha permitido crecer, como lo refleja el aumento de personal: hoy somos 19 personas dedicadas a servir a nuestros municipios, empresas y familias. Pero no solo se trata del respaldo institucional; la propia Zona Media también ha creído en este modelo de trabajo y ha apostado por él. Esa doble confianza, tanto de las instituciones como de la población, nos impulsa a mirar al futuro con ilusión. Sabemos que tenemos muchos retos por delante, pero también tenemos la experiencia y la energía para afrontarlos.
Uno de los desafíos más inmediatos es el desarrollo turístico, un ámbito en el que estamos gestionando el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, con una inversión cercana a los 5 millones de euros para el territorio. Esto es una gran oportunidad para poner en valor nuestras riquezas y recursos. Más allá de esto, seguimos apostando por un modelo de desarrollo rural basado en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Este compromiso por la igualdad es una prioridad compartida por el territorio y sus ayuntamientos, que lo reflejan en sus objetivos. Además, el futuro también pasa por una apuesta decidida por la sostenibilidad, especialmente en el ámbito energético. Queremos avanzar hacia un modelo más sostenible y resiliente, consciente de la vulnerabilidad climática de nuestro territorio.
En definitiva, miramos al futuro con determinación y esperanza, comprometidos con seguir siendo un motor de desarrollo para la Zona Media y un espacio donde la gente pueda construir su vida con calidad y oportunidades.