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Selva de Irati, una fiesta de colores

Personas que atienden en servicios y establecimientos de la Selva de Irati hacen frente este puente a la masificación; cientos de visitantes llegan atraídos por el otoño

La Selva de Irati ofrece rutas aptas para todos los niveles.Unai Beroiz

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El otoño en Navarra es sinónimo deIrati. Los colores anaranjados, ocres y amarillos de las hojas de los árboles que van cayendo dibujan uno de los paisajes más esperados del año para quienes vienen de visita a este tesoro de hayedos que abarca más de 17.000 hectáreas.

Recién acaba de finalizar uno de los fines de semana más masificados del año en el Pirineo Navarro. De hecho, los accesos tanto por la parte de Orbaizeta como por Ochagavía han tenido que ser restringidos por exceso de vehículos. La festividad de Todos los Santos, cayendo en viernes, ha permitido a muchos turistas de ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia alargar sus vacaciones y disfrutar de, al menos, una estancia de tres días por los valles de Aezkoa y Salazar. Ello, unido a una coyuntura meteorológica de temperaturas suaves y lluvias escasas y, mejor aún, valiéndose de una estampa en su punto más ostentoso, ha provocado un colapso absoluto que altera la vida diaria de quienes allí viven.

Otsagabia sigue siendo el acceso más conocido y más demandado por los turistas que visitan la Selva de Irati pero, en los últimos años, la vía de Orbaizeta va ganando terreno y demostrando que también tiene mucho de lo qué presumir.

Desde el punto de información turística de Arrazola (Orbaizeta) parten varias de las rutas obligadas de senderismo.

Precisamente, Naiara Argote, una de las cinco personas empleadas que este fin de semana ha atendido desde el punto de información de Arrazola (Orbaizeta), reconoce que especialmente los tres últimos fines de semana han sido de mucha afluencia. “Hemos llegado a tener 230 personas diarias, unos 100 ó 120 vehículos. Una locura. Hay mucho movimiento y vemos que cada vez está subiendo más el número de furgonetas y autocaravanas”, apostilla. Cifras de récord que reflejan la necesidad de los turistas de reencontrarse con la naturaleza, gozar de una bella estampa y, por qué no, de compartirlo por las redes sociales. “Muchos vienen preguntando por el color rojo de las hojas que ven en fotos de internet. Pero les tenemos que explicar que no existe, que la hoja del haya nunca se pone roja”, explica Argote.

Desde que comenzó hace tres años a trabajar en este puesto, percibe que va cambiando la manera de hacer turismo en la selva. “Hay gente que viene a hacer mucho monte y otros que buscan hacer rutas fáciles con niños como la del embalse. Pero también es una pena que la gente viene con muchas prisas. Quieren hacer una ruta en poco tiempo, sacar fotos rápido y luego irse pronto, pero a Irati hay que venir con tranquilidad y disfrutando”, se reafirma.

La Selva de Irati, ahora convertida en Reserva de la Biosfera, tiene una extensión de más de 17.000 hectáreas.

Y es que visitar Irati no es sólo realizar alguna de las cuatro rutas más típicas (Paraísos-Erlan, Anbulolatz, Azalegi o Ursario), sino que, desde el Punto de Información, y más en días como los de este puente, se esfuerzan en derivar a los excursionistas a otros rincones alternativos que son igual o tan bonitos como la propia Selva, sirva como ejemplo el entorno de la Cueva de Arpea o la Fábrica de Armas. “Sólo pedimos que la gente tenga paciencia, que tenga cuidado con el coche y siga las recomendaciones. Que las carreteras son muy estrechas”, concluye.

ALTA OCUPACIÓN

Desde la Asociación de Turismo Rural Irati-Orreaga, que aglutina a medio centenar de establecimientos turísticos, restaurantes, productores y comercios de los valles de Aezkoa, Erro, Arce y los pueblos de Luzaide/Valcarlos, Orreaga/Roncesvalles, Auritz/Burguete y Orotz-Betelu, celebran la alta ocupación de este pasado fin de semana. “Prácticamente todos los asociados han estado al 100%. Son unas fechas muy buenas para el turismo rural. El tirón del Irati y también de actividades unidas al entorno como el senderismo o el cicloturismo, hace que la gente se anime mucho en estas fechas, que además desde el verano ya ha pasado mucho tiempo”, asegura Joseba Martínez, presidente de la Asociación.

Naiara Argote es una de las 5 personas contratadas por la Junta de Aezkoa para atender al visitante de este puente festivo.

Una afluencia que obviamente se está dejando notar en el recién estrenado bar-restaurante Kultur Ola Taberna, en la Fábrica de Armas de Orbaizeta. La pareja de vecinos de Abaurregaina/Abaurrea Alta Iker Lorea e Iraide Gómez se lanzaron en julio de este año a gestionar este establecimiento arrendado por la Junta General del valle de Aezkoa y, desde entonces, atienden de martes a domingo de 10 a 17 horas de la tarde en un comedor con capacidad para 50 personas. “Estamos muy contentas, pero sí que hay mucho trabajo. Sabíamos que era una zona de paso de turistas, pero hemos trabajado más de lo que esperábamos”, expresan, agradeciendo a su vez la apuesta de la Junta de Aezkoa por mantener abierto un servicio tan necesario.

Iraide Gómez e Iker Lorea gestionan Kultur Ola Taberna.

El cliente que está pasando este otoño por el local procede en su mayoría de Madrid, Barcelona y también de Iparralde. “Esto nos sorprende mucho, porque somos vecinos y utilizan Kultur Ola como su punto de reunión”, confiesa. Con una oferta variada de desayunos, almuerzos o menús del día con producto local a 18 € entre semana y a 22 € el fin de semana, lo que más triunfan son los bocadillos. “La gente está pidiendo mucho para llevar. Aquí no hay restaurantes cerca y hay mucha gente que va a pasar el día en el monte y coge su bocadillo aquí”, continúa la hostelera.

CAOS DEL TRÁFICO

Tras la resaca del duro fin de semana, ahora toca descansar y prepararse para continuar recibiendo visitantes, que la temporada aún no ha terminado. Por ello, no es baladí la preocupación por parte de la Junta de Aezkoa de intentar buscar un equilibrio entre la masificación de gente y vehículos y entre proporcionar una buena atención al visitante. “Llevamos tiempo estudiando con el valle de Salazar cómo hacer frente a esta situación. Los puentes festivos recibimos en Irati mucha más gente de la que somos capaces de absorber y en días como los del puente, los restaurantes y comercios de la zona no dan abasto. Pedimos paciencia, respeto con el entorno y con las personas que están trabajando aquí”, asegura Karlos Bueno, presidente de la Junta de Aezkoa.

Él es una de las personas voluntarias que estos días ha estado ayudando a regular el tráfico, ante la falta de presencia de la Policía Foral, con la que los valles de Aezkoa y Salazar firmaron un protocolo para evitar afecciones al entorno y dar una imagen de coordinación y seguridad. “No lo están cumpliendo. En este aspecto, nos consideramos un valle de segunda”, lamenta Bueno.

Sea como fuere, las entidades locales siguen trabajando en intentar ofrecer un buen servicio. Por eso, existen ideas que se materializarán por fin en la siguiente temporada como la apertura del nuevo parking de autocaravanas, el arreglo de la pista del alto de Idiaga hasta el pantano, o la instalación del proyecto piloto de un autobús lanzadera. “Ojo, que estamos encantados de que la gente venga, pero hay que recordar que también existen otras fechas. La primavera mismo es muy bonita”, reconoce el presidente.