El Grupo Scout Nuestra Señora de la Paz ha protagonizado hoy su tradicional Operación Kilo, la recogida de alimentos del barrio, en la que se ha llenado una furgoneta entera cargada de productos básicos, que serán destinados a las Hermanitas De Los Pobres de Pamplona. Desde la bajera de su parroquia en la Travesía de los Glacis, alrededor de 60 scouts, se han movilizado por 45 portales de Monasterio de Urdax, Pío XII, La Vuelta del Castillo, Travesía de los Glacis, Fuente del Hierro, Sancho el fuerte y Leonor de Trastamara para dar alimento de primera necesidad a familias y personas de exclusión y pobreza.
Casi una veintena de monitores de la Paz se han reunido hoy a las 9:30 horas para distribuir y gestionar las tareas que la recolecta exigía:clasificación de portales y reparto de funciones. Tras la adjudicación de los roles, los niños y niñas scouts han ido llegando. A las 10:30 horas los timbres de los portales vecinos comenzaron a sonar. La Operación Kilo se inauguraba oficialmente.
Los chavales repartidos en ocho grupos conformados con unos diez integrantes, han tomado sus mochilas de travesía vacías. Media hora después de su marcha, los macutos de estos voluntarios han vuelto a la parroquia llenos de legumbres, conservas, aceite, café, galletas, azúcar y productos de higiene.
Allí los han esperado sus monitores quienes han categorizado los productos en cajas de cartón. Irene Esquiroz, miembro del grupo, ha confesado que los vecinos, sobre todo las personas mayores, “están más dispuestas a ayudar”. Así, aunque Irene ha relatado que hubo una gran acogida y respuesta en todos los edificios, también han habido puertas en las que “no les interesa el tema, no saben muy bien de qué va”, ha añadido.
No ha sido la primera vez que este grupo parroquial con metodología scout organizaba la recogida de suministros. Si bien el grupo lleva casi 50 años, desde 1976, educando a jóvenes en el servicio a los demás desde el compromiso y la fe, la recolecta comenzó unas décadas más tarde, “haya por los años 90”, ha atestiguadoJosé Luis Urriza, sacerdote al cargo de la parroquia.
Así, aunque a lo largo de todos estos años cientos de manos han colaborado en la Operación Kilo, esta vez medio centenar de monitores y de chavales entre los 12 y los 23 años han sido los responsables. De esta forma, este grupo scout que cuenta con 294 personas en lista, está muy acostumbrado a ceder su mano en situaciones donde la sociedad necesita colaboración ciudadana. “Das tu servicio para un beneficio mayor”, ha expresado Ainara Irure, integrante del grupo.
Pablo Reina, monitor, también ha reflexionado acerca de la importancia de la ayuda solidaria. Para él, el voluntariado “es algo a lo que estamos acostumbrados en los scouts. es fácil sale un poco solo”, ha defendido Pablo. Y en este caso, esta colaboración es esencial. “Gracias a la solidaridad de tantas personas otras muchas, que hay muchas, aunque no lo parezca, pueden nutrirse durante las navidades”, ha terminado Pablo.
"El voluntariado es algo a lo que estamos acostumbrados en los scouts".
Si bien toda ayuda es necesaria, dentro de la Operación Kilo ha habido una fundamental. Entre los monitores participantes ayer, cinco de ellos han sido los responsables de la coordinación y gestión de la tropa. Para Miguel Arroyo, monitor veterano del grupo y uno de los directores de la recogida, la dificultad ha estado en la movilización de un número tan grande de personas, así como conseguir mantenerlos “motivados”. Sin embargo, gracias a todos sus años de experiencia y dedicación a la tropa esta gestión le ha resultado sencilla. Además, para este veterano “la satisfacción de saber que ayudas a muchas personas” recompensa el sacrificio que el voluntariado tiene detrás. “Nosotros lo hacemos encantados y te llena por dentro”, ha concluido Miguel.
"Es la satisfacción de saber que ayudas a muchas personas”
Asimismo, la entrega de todos los miembros de este grupo ha facilitado que la Operación Kilo haya sido una dinámica amena.“La comunidad de los scout y los chavales están muy concienciados e ilusionados. Por mucho que tú tengas que organizar, la gente es muy voluntaria y las cosas salen muy bien”, ha declarado Miguel.
Entre esta red de ayuda se han encontrado Ana Adrián, Karen Domench y Sonia Villanueva, las más pequeñas de la recogida que han disfrutado de su primer debut. “Ayudas a la gente y no te cuesta nada perder, –o ganar–, una mañana, luego te sientes bien”, ha dicho Sonia. Para su compañera Ana esta mañana ha sido todo un disfrute:“teníamos muchas ganas todas”, ha confesado. Karen, con rostro de emoción, ha recalcado la simpatía de una vecina en la recolecta.
Por ello, toda esta colaboración no sería posible sin la dedicación de los vecinos. Así, cada año en estas fechas los residentes de la zona preparan su cesta de la compra solidaria. No obstante, los Scout de La Paz colocaron hace dos semanas carteles con la fecha y alimentos recomendados en los portales como recordatorio para “los más despistados”.
Entre estos está Carmen Equiza, residente de La Vuelta del Castillo y antigua colaboradora con el grupo Scout, lleva “toda la vida” contribuyendo en la recogida. Desde que Carmen era una niña su familia colaboraba en la recolecta con las Hermanitas. Hoy, 80 años más tarde, Carmen sigue participando en la Operación Kilo. “Esta ayuda es gracias a los Scout de la Paz que son unos grandes colaboradores y van por las viviendas y recogen las cosas más necesarias”, ha declarado Carmen.
La Operación Kilo es una iniciativa solidaria que se suma a la decena que este grupo scout realiza durante el curso. Actividades con Anfas, servicio en comedores sociales, animación en residencias de mayores o limpieza de entornos naturales son tan solo algunas de ellas. Además de la rifa solidaria que se celebra hoy–como cada año– tras la recogida de alimentos durante el festival de villancicos. Este año la recaudación será destinada a la Dana de Levante. Un espíritu solidario que representa el inconformismo, compromiso e integridad de los Scout de la Paz, jóvenes alegres “siempre listos para servir”.